El mejor Hummus de Al-Andalus {Sésamo, ábrete}

Si has probado el hummus sabes que está muy bueno, que es fácil y que se hace rápido. Pero eso es si has probado cualquier hummus que no sea éste. Si pruebas éste, no está bueno, sino que es digno de la cocina de la abuela de Alí-Babá. Sólo tiene un pequeño secreto. Un secretillo de nada que me contó el genio de la lámpara, ay, espera que ahora ya estoy mezclando Aladino con los 40 ladrones, madre que lío de Oriente Medio tengo, o es de Oriente Próximo? O de los dos? Bueno, del Middle  East, que los anglos lo arreglan todo con una denominación genérica y así no meten la pata. Ya, ya, que te cuento el secreto. ¡Frota la lámpara que va!

El hummus se puede comer de distintas formas y aderezado con especias variadas en función de la geografía, las costumbres y los gustos, pero la base es siempre la misma: garbanzos, tahini, ajo, aceite de oliva, sal y limón. Y ahora os cuento algunas cosas como preámbulo al momento de la revelación del secreto.
- Hay muchas cosas que se pueden preparar con esta técnica de hacer puré un ingrediente principal y aderezarlo, pero no se llamarán hummus,  porque hummus  significa garbanzo. Así que no puede haber hummus de judías, ni hummus de berenjena, ni hummus de aguacate (esto además se llama guacamole). Todas son opciones deliciosas, pero si nos ponemos fundamentalistas  no podríamos denominarlas hummus.
- El hummus  es una crema suave y no demasiado espesa, muy bien pasada, sin trozos ni tropezones. Para que nos entendamos, no se aplasta con un tenedor sino que se pasa por un chino. Una vez más, no es guacamole (conste que el guacamole me encanta, pero eso no es Middle East que es lo que nos ocupa ahora). Como nos gusta la comida rica pero no estamos en contra del progreso, en vez del chino sirve cualquier procesador de alimentos o una buena batidora de brazo.
- El hummus  auténtico lleva tahini,  una pasta de [ábrete] sésamo tostado que le da un toque muy especial. Si no tienes lo puedes preparar en casa, yo os voy a dejar la receta. También se puede comprar y también se puede hacer el hummus sin el tahini, pero no será el mejor hummus que te puedes comer en nuestra querida tierra de Al-Andalus.

- El garbanzo tiene que estar cocido, cuanto mejor sea el garbanzo, más mantecoso y más tierno, mejor. Como yo tengo un cerebro cuyas neuronas mueren al ritmo de los persas en las Termópilas, no estoy en contra de nada que ayude en mi falta de memoria. Así que, si quieres cenar hummus pero no te acordaste de poner los garbanzos en remojo la noche anterior, podemos utilizar una buena conserva de garbanzos cocidos. Y no te despistes que aquí va el secreto:

Para una textura PERFECTA, el truco es PELAR los garbanzos.

Parece un trabajo de chinos pero no lo es tanto y la diferencia es como de aquí a La Meca. Se pelan MUY fácilmente. Un pellizquito y el pellejillo sale solo. Estos son los pellejos de un bote de conserva entero que yo pelé en unos 20 minutos. O sea que si normalmente hacer hummus son 5 minutos, hacer hummus de jeque son 25 minutos. No me parece un precio caro que pagar. Yo conté con la ayuda de unas manitas de 6 años que son muy expertas para este tipo de tareas de precisión (ya lo sabían muy bien los de Nike). Ah, lo que viene muy bien para pellizcar es una monja, así que si tienes una cerca no dudes en ponerle unos garbanzos a mano, que te pela un kilo y medio sin que se le mueva la toca. Los curas no sirven tan bien, no son tan pellizcones, tienen que ser monjas.

Con la receta de hoy participo como cada fin de mes en el Asaltablogs. Por si no lo recordáis, Conxy, de Gastroandalusí se inventó esto tan divertido de pasarnos por un blog al mes y copietearle algo.
Este mes, los muchos más de 40 ladrones hemos saqueado el blog Tartis y más. Tiene muchas recetas deliciosas y además otras cositas que no son comida. Yo hoy como veis me he llevado su receta del Hummus, pero me he quedado con muchas ganas de hacer estos Jabones que seguro caerán.
 En cuanto a las ocasiones en las que servir este hummus, pues es un entrante perfecto para compartir, es una opción muy buena para poner en una comida de picoteo. Es un "aderezo" genial para poner en un sandwich, o en un wrap. A mí me gusta con pollo, o con atún, o con pimientos del piquillo. Hay un montón de cosas a las que le va de maravilla. Pero vamos, así solo con el pan de pita es de chuparse los dedos. Tuve que cortar la sesión de fotos porque lo estaba dejando tiritando.

Bueno, vamos con la receta.

Ingredientes
Para el Tahini

• medio bote del tamaño de los de especias, de sésamo (ajónjoli)
• 4-5 cucharadas agua
• 2 cucharadas de AOVE
• Sal

Para el Hummus

• Un bote de los de conserva de garbanzos, de buena calidad
• Dos cucharadas del tahini 
• El zumo de medio limón
• Un diente de ajo troceado
• Agua
• AOVE
• Sal
• Pimentón
• Comino
• Perejil (opcional)

Preparación
Del Tahini

1. Hay que tener en cuenta que el sésamo hay que tostarlo, pero hay veces que ya viene tostado y en la etiqueta no lo pone. Prúebalo, si está crujiente y sabe como a pipas es que está tostado. Si es más bien tirando a blanquito y aunque sepa a pipas no hace cris-cris es que está sin tostar. El bote de sésamo que venden en Mercadona es de sésamo tostado, aunque no lo pone. Si el tuyo no está tostado, simplemente ponlo unos minutos (4-5 min, no más) en una sartén hasta que veas que cambia un poco a un color más tostadito y suelta algo de aroma. No lo tuestes mucho que luego amarga.
2. Bueno, pues con el sésamo ya tostado (el mío era de Mercadona así que el paso anterior me lo salté) simplemente hay que machacarlo bien, para que vaya soltando sus aceites, y cuando esté hecho polvo, se le va añadiendo idealmente agua, hasta conseguir una consistencia de pasta. Se le puede añadir un chorritín de AOVE pero no mucho porque altera un poco el sabor y si el AOVE es muy intenso, lo amarga además. Así que yo lo hago con agua y le añado un chorrito de nada de AOVE y una pizca de sal. Lo puedes hacer con el mortero o en una picadora pequeña. Yo lo hice en picadora como veis en la foto.

Del Hummus

1. Pelamos los garbanzos con el método pellizco de monja.
2. En un bol en el que podamos accionar cómodamente el brazo de una batidora de brazo o en el vaso de la batidora (para mí el vaso es más complicado) ponemos los garbanzos pelados, el diente de ajo troceado, el zumo de medio limón, las dos chucharadas de tahini, la sal y un chorrito de agua. Si hemos cocido los garbanzos nosotros mismos usamos agua de la cocción, y si no, agua del grifo.
3. Empezamos a triturar y vamos añadiendo agua hasta que tengamos una pasta bastante espesa. 
4. Añadimos ahora un chorrito de AOVE en forma de hilo mientras batimos para que la mezcla adquiera cremosidad y emulsione un poco, pero no añadimos demasiado que no queremos que resulte muy aceitoso.
5. Cuando tenemos la consistencia de una crema ya está listo. Lo servimos en un plato o recipiente amplio para poder mojar bien. Regamos con un chorrito de AOVE, espolvoreamos sutilmente con pimentón y comino y si queremos, añadimos un poco de perejil. Yo le eché por encima unas semillitas de sésamo más porque me gusta mucho el toquecito crujiente.

Cosas a tener en cuenta:

- Los niveles de ajo y de limón pueden adaptarse a vuestros gustos. Para las cantidades de garbanzos que pongo, a mí me resulta tolerable un diente de ajo de tamaño normalito. Si no te gusta mucho empieza con medio y si ves que puedes con más puedes ir añadiendo. Lo mismo para el limón. Los limones que yo tenía en casa eran bastante grandes y le puse medio. Poner más me parecía que iba a darle demasiada acidez y que me iba a tapar un poco el sabor a garbanzo.

- El pimentón y el comino en polvo son aderezo final pero, para mi gusto, el plato perdería mucho sin ellos.

- Si preparas este plato con antelación guárdalo en la nevera, pero ten en cuenta que espesará, por lo que yo le añadiría un chorrito de AOVE y volvería a batirlo para recuperar la consistencia cremosa.

¡Deseo garbanzos pelados!