Así que me he propuesto ir reduciendo paulatinamente este ratio hasta ver si le doy la vuelta y por cada año que pasa mi cuerpo envejece sólo 3 meses. Las iniciativas que voy poniendo en práctica a parte del ejercicio son:
- hace dos años me dejé flequillo. Yo me veo más joven.
- voy poco a poco renovando mi vestuario deportivo. He empezado por los calcetines. Seis pares de todos los colores fúor que había. A mi entrenador de pilates le chiflan y contrastan fenomenal con el negro de los aparatos que utiliza para torturarme.
- si me tengo que levantar media hora antes para echarme todas las cremas del mundo, me levanto.
- he dejado la blackberry. Me encanta, me parece lo más útil del mundo si tienes que trabajar mucho con ella, pero queda viejuna.
- he limitado mucho las proteínas en mi dieta.
- me he armado de valor y por fin he cancelado mi cuenta de bankia. Ha sido tal liberación que creo que se me ha alargado 2 años la vida.
- bebo 2 vasos de leche de soja al día
- empiezo el fin de semana el jueves, como cuando era jovenzuela, tomándome una copa aunque sea en casa viendo mi serie. Las del viernes y el sábado se sobreentienden.
Así que ahí voy poco a poco, confiando en que conseguiré el efecto túnel del tiempo deseado.
Os dejo con una receta que contribuye a encontrarse joven, no sé si de cuerpo, pero sí de espíritu, porque es rica, se disfruta mucho comiéndola y es perfecta para una comida al aire libre (siempre que en estas fechas te encuentres en la campiña inglesa y no en la meseta central española).
para la masa quebrada
- 300 grs de harina
- 150 grs de mantequilla fría
- una cucharadita de sal
- 70 ml de agua
- 3 puerros
- 100 grs de panceta ahumada
- 100 grs de queso emmental
- una cucharada de harina
- 150 ml de caldo de verduras o agua
- sal, pimienta, hierbas provenzales
Preparación
- Empezamos preparando la masa. Es una masa quebrada similar que la que usamos para el American Cherry Pie pero salada, por lo que es igual de importante que la mantequilla y el agua estén muy frías. Si no, se desarrollará el gluten y la masa no quedará crujiente. Emplearemos menos cantidad porque no queremos cubrir la tarta por encima como un pie, sino hacer una tartaleta. Se une la harina con la sal y la mantequilla y se mezcla desmenuzando la mantequilla con los dedos hasta que quede con aspecto de arena gruesa. No hay que trabajarla en exceso para que no se derrita la mantequilla, especialmente con estos calores.
- Añadimos el agua helada y mezclamos sólo hasta que veamos que la masa se compacta un poco y podemos hacer una bola con ella. Si quedan trocitos enteros de mantequilla tamaño guisante no hay que intentar deshacerlos! esto es lo que hará que la masa quede crujiente al hornear.
- Aplanamos ligeramente la bola, la envolvemos en papel film y la metemos en la nevera un mínimo de media hora. Si es más, mejor.
- Mientras la masa está en la nevera podemos ir preparando el relleno para lo que, en una sartén, doramos la panceta cortada en daditos pequeños. No suele ser necesario añadir aceite porque la panceta ya suelta su grasita.
- Limpiamos bien los puerros y los cortamos chiquititos dejando un poco de la parte verde del tallo.
- Cuando la panceta esté dorada retiramos el exceso de grasa y lo sustituímos por un chorrito de AOVE (si puedo ahorrarme algo de grasa animal y sustituirla por vegetal lo prefiero porque ya llevamos mantequilla en la masa) y añadimos los puerros.
- Echamos sal, pimienta y hierbas al gusto y pochamos unos minutos hasta que el puerro esté doradito y un poco transparente.
- Añadimos el caldo o el agua, tapamos y dejamos que se haga durante unos 10 min.
- Destapamos, añadimos una cucharada sopera de harina y revolvemos todo para que se amalgame.
- Dejamos enfriar.
- Sacamos la masa de la nevera, la ponemos entre dos papeles de horno y la estiramos. La pasamos a un molde y la aplastamos bien para dejar marcadito el dibujo ondulado del molde si lo tiene. Retiramos el exceso y metemos el molde con la masa ya puesta en el congelador mientras esperamos a que termine de enfriarse el relleno.
- Una vez frío, añadimos el queso al relleno y lo mezclamos todo bien.
- Sacamos el molde del congelador y lo rellenamos con la mezcla de puerros, queso y panceta.
- Horneamos a 200º hasta que esté dorado. En mi caso fueron 30 minutos.
- si no te quieres complicar haciendo la masa puedes comprarla.
- quedará también muy rico con una masa de hojaldre. En este caso tendrás que pincharla muy bien para que no suba y será conveniente hornearla un poquito antes de rellenarla.
- puedes poner el queso que quieras, trozos que tengas sueltos por la nevera, rallado, de varios tipos... lo que más te guste.
- te recomiendo una novela que leí hace poco, La Saga de los Longevos. En ella se cuenta la curiosa historia de unas personas con una mutación genética que les hace envejecer a un ritmo mucho más lento que los humanos normales. Una historia muy curiosa y una trama muy bien traída.
Y vosotros, tenéis algún truco para frenar el envejecimiento por el que mataría la industria cosmética? Me lo contáis?
con mis compañeros de pilates con los que comparto el gusto por los chándal vintage |
Adoro las tartas de puerros! Son como las quiche, quedan genial con todo, las puedes preparar para ti y genial, pero también para invitados y es una opción muy "resultona". Si no tenéis tiempo de prepararlas vosotros os recomiendo la tarta de puerros de Eismann, a mi de todas las que vienen ya preparadas y congeladas es la que me gusta más. Claro que para gustos colores :)
ResponderEliminarLidia