NY Bagels {"asalto" en nombre de la ley}

Un mes más participo en El Asaltablogs, la divertida idea del blog Gastroandalusí para ir robando recetas por la blogosfera. Este mes le ha tocado el turno al blog Hoy cocina Vivi que está plagadito de cosas apetitosas y afanables. He valorado mucho qué y cómo perpetrar la fechoría, y si en el asalto del mes pasado me cautivó más la idea de forajido-de-la-pradera  cuando hice el Bizcocho de horchata, en esta ocasión he recordado que los buenos de las películas también practican el asalto.
Anda que no ha habido series de grupos de fuerzas especiales que tenían una gracia para lo de la patada en la puerta que ya la hubiese querido Corcuera (no sabes de quién hablo? entonces naciste después de 1990).
De todas, mi favorita es 24. Y si lo pienso detenidamente, es mi favorita no porque me guste la temática policial, sino porque es la primera serie en la que el presidente de EEUU ha sido negro en dos temporadas (mucho antes de que el propio Obama lo pensara, en la FOX ya debían de decir aquello de Yes we can) y mujer en otras dos (Yes we can, too)

Porque, por lo demás, 24 es como jugar al Quién es Quién para adivinar qué miembro de la policía o el gobierno es el traidor en cada temporada, todo ello mezclado con la historia de cómo se fragua una personalidad de demente asesino con placa de policía de un cuerpo de élite: Jack Bauer, el cerebro de la unidad de asalto.
En 24 no te puedes fiar ni de tu propio padre y Jack lo sabe. Y el que se haya tragado hasta la temporada 7, como yo, lo sabe también.
La Wikipedia calcula que Jack Bauer ha podido cargarse él solo en 8 temporadas de 24h cada una, a 268 malotes. Le sale la jornada laboral de un día a más de 33 fiambres de media. Eso sin contar los interrogatorios que son todo un despliegue de tortura física y psicólógica.
Así que, no me diréis que no estamos ante un asalteitor de primera fila, y de los que están en el bando de los supuestamente buenos. Y es que 24 me encanta a pesar de todo lo que la critico. Es de esas cosas que te da corte confesar pero prefieres pasar por el escarnio antes que dejar de verla.

Lo que  nunca les he visto hacer, ni a los buenos ni a los malos en las 24 horas que dura cada temporada es comer. Debe de ser que los días de asalto no se come... O será que no saben que hay cosas como los bagels, que envueltos en un nada glamouroso pero muy eficaz papel de plata (ahora de aluminio... la crisis) se pueden llevar en el cinto junto a las jeringas de suero de la verdad y pueden representar un bocado sano y exquisito en cualquier momento.
¿Que estás en la sala de interrogatorios tapando las cámaras para que no se pueda ver cómo le inyectas más de la cuenta a un menor para que delate a su madre? Pues mientras esperas a que le haga efecto, te sacas el bagel de salmón.
¿Qué estás colgando de las patas de un helicóptero en pleno vuelo esperando a saltar desde 30m de altura en cuanto sobrevuele una azotea desde la que acceder al escondite secreto de una célula terrorista? Pues con la mano que te queda libre sacas el bagel de pavo del bolsito donde llevas las granadas de mano que así cuando tengas que correr por las escaleras de incendios te vendrá bien el aporte extra de energía.

Yo, por si acaso esto lo leyera alguien del departamento de cocinas de la UAT, les voy a dejar aquí la receta que le he robado a Vivi al modo mujer de Harrelson. Unos riquísimos Bagels al estilo neoyorkino pero hechos en casita que está todo más bueno. He modificado ligeramente la receta de Vivi para hacerlos sin leche y sin tmx pero aquí os dejo el enlace a sus bagels que tienen una pinta deliciosa y hechos con la tmx como ella los propone dan muy poco trabajo.

Los bagels son unos panecillos de bocadillo en forma de rosquilla muy asociados con la gastronomía neoyorkina aunque su origen es polaco. A pesar de ello,  lo cierto es que los más populares son los estadounidenses junto con otra variedad típica de Montreal. Lo que los hace particulares es que no son panes horneados sólamente, sino que se hierven en agua con azúcar o malta antes del horneado lo que les da un brillo y una corteza crujiente muy característicos, además de aportar una textura un tanto chiclosa.
Están realmente muy sabrosos y pueden acompañarse tanto de rellenos dulces como salados además de poder tomarse solos ya que las semillas con las que se recubren ya les aportan sabor y textura.

Ingredientes (para 12 bagels)
Masa de arranque o masa madre

• 70 grs de harina de fuerza
• 60 ml de agua fría
• una pizca de levadura de panadería de la seca (no confundir con levadura química Royal)

Masa

• la masa madre
• 480 grs de harina de fuerza
• 290 ml de agua fría
• dos cucharaditas de sal
• una cucharadita y media de levadura seca de panadería
• agua para hervir
• 3 cucharadas soperas de azúcar moreno para hervir
• toppings al gusto para recubrir (semillas de amapola, de sésamo, pipas de girasol, de calabaza, escamas de sal maldon...)

Preparación

1. La noche anterior al día en que te quieras comer los bagels prepara la masa de arranque. No hay pereza que valga porque se tarda 30 segundos. En un bol mezcla los ingredientes de esta masa de arranque, tápala con papel film y déjala reposando en la cocina hasta el día siguiente. A dormir.
2. Cuando vuelvas a ver esta masa, tendrá un aspecto burbujeante y más líquido. Está bien.
3. Para preparar la masa de los bagels mezcla en un bol mediano la masa de arranque que preparaste anoche, el resto de la harina, el agua, la sal y la levadura. Aprovecha bien todos los restillos de masa de arranque que es una pena que se pierdan. Mézclalo todo bien con una espátula o con una cuchara de madera. Obtendrás una masa un poco seca y rígida.
4. Sácala del bol y empieza a amasarla. El amasado hará que se vaya desarrollando el gluten y la masa irá cambiando de textura volviéndose más elástica, blandita y lisa. Se tarda un pelín en empezar a notar este cambio porque como es harina de fuerza, el contenido en gluten es muy alto y cuesta más que se vaya notando su activación. En este caso buscamos justo el efecto contrario al de una masa quebrada. Yo estuve 8-9 min amasando y quedó como veis en la primera foto.
5. Haz una bola con la masa y ponla en un bol grande ligeramente engrasado y cubierto con papel film. Así la dejaremos reposar durante 1 hora.
   
6. Transcurrido este tiempo la masa habrá aumentado de volumen. La amasamos otra vez para quitarle el gas que tiene dentro (desgasificar se llama) y volvemos a poner la bola a reposar otros 30 min.
7. Habrá vuelto a aumentar de tamaño. Ahora la amasamos de nuevo y hacemos ya las 12 porciones que serán nuestros bagels. Es interesante que tengan más o menos la misma medida. Para ésto podéis ir pesando los trocitos en una balanza de cocina. Damos forma de bola a cada porción y las colocamos en bandejas de horno cubiertas con papel sulfurizado. Tienen el aspecto que veis en la segunda foto. Las cubrimos con un paño de cocina ligeramente humedecido para que no desarrollen costra seca y las dejamos reposar otros 30 min.
8. Ahora ya podemos precalentar el horno a unos 210º.
9. Procedemos a hacer el agujero a las bolitas. Hacedlo grande porque luego se estrecha con el hervido y el horneado. Lo podéis ver en la foto más abajo.
10. Ponemos a hervir un cazo con abundante agua y el azúcar moreno y preparamos las semillas con las que vayamos a cubrir nuestros bagels. En la foto veis que yo las puse en cuenco pero no me cabían los bagels y las pasé a platos para que estuvieran más extendidas. 
11. Cuando el agua esté hirviendo a borbotones suaves y veamos que el azúcar se ha disuelto (el agua tendrá un ligero tono tostado) vamos introduciendo los bagels. Para el tamaño de la olla que yo puse los fui metiendo de 3 en 3. Lo importante es que no se apelotonen así que hiérvelos en las tandas que te permitan que floten con libertad en el agua. Hay que hervirlos durante 2 min por un lado y luego darles la vuelta y dejarlos 1 min más por el otro lado. Se pescan con el palo de una cuchara de madera por ejemplo o con una espumadera y se van colocando de nuevo en la bandeja del horno.
12. Mientras aún están húmedos, hundir la cara del bagel que quieras cubrir de semillas en el plato en el que las tengas presionando ligeramente para que se peguen bien. No es necesario ni pintar con huevo batido, las semillas se adhieren sin problemas.
13. Cuando vayas completando una bandeja, la puedes ir horneando. Serán unos 25 min. a 210º. De todas formas es interesante ir vigilando por si las semillas se tuestan en exceso. En ese caso puedes cubrir los últimos minutos con papel de aluminio.
    

Cosas a tener en cuenta:

- ¿y cómo vuelvo yo a meter las semillas que me sobren en los botecitos después de haberlas desparramado todas en un plato? Un embudito o un cucurucho de papel solucionan este pequeño inconveniente

- Se conservan bien guardados en un recipiente hermético pero a mí me han gustado más en el mismo día.

- Las posibilidades de relleno son enormes. Y puedes untarlas con salsas porque es una  miga consistente.

Jack Bauer derriba un helicóptero con sus propias manos para recuperar el bagel que se le cayó antes de saltar