Magdalenas caseras con huevos de corral y AOVE

A menudo me sorprendo a mí misma cambiando el final de un cuento clásico por miedo a asustar a mis niñas con la crudeza  de los cuentos que me contaban de pequeña. Y con la misma frecuencia pienso que yo tampoco he acabado siendo el carnicero de Milwaukee por saber que la mamá cabra cortó en canal al lobo para sacarle a los cabritillos de la tripa y se la llenó de piedras para que se hundiera en el río al ir a beber, y entonces, vuelvo al final original que es el que les acabo contando a mis hijas para seguir con la tradición sanguinaria.
El caso es que no estaba muy segura de si lo que hacía estaba bien o mal hasta que, tras haber cantado muchas veces una canción infantil sin prestar atención a la letra, reparé en lo que decía.... Se trata de una canción de las de ahora, de las de una época en la que tratamos de proteger mucho más a los niños de lo que ven, oyen y hacen, una de las que no se cantaban en mi época de cuentos-cruentos. La cancioncita dice así:

El POLLITO Lito en su cascarón, 

duerme tranquilito sobre su colchón,

COME LA YEMITA,

toma el biberón...

El pollito... ¡¿come LA YEMITA?! ¿Pero esto qué es?  ¿La yemita de quién? ¿El pollito se come a sus hermanos? ¿En serio me he estado arriesgando a que empezaran a hacerme preguntas sobre el pollito Hannibal el caníbal?

En fin, que ahora estoy mucho más tranquila con mi decisión de contarles los cuentos como son: los padres de Pulgarcito le abandonaron en medio del bosque junto a sus hermanos, sí, y cuando lograron volver a casa con ayuda de las piedrecitas, les volvieron a abandonar! Y esta vez sin piedrecitas. Así son los cuentos y así se los hemos contado.

 En cuanto a las yemitas... yo entiendo que si son yemas de huevos de corral como éstos, hasta a un pollito le entrarían ganas de comérselas, pero vamos a emplearlas en hacer unas magdalenas caseras de las de toda la vida. Si me seguís por Facebook ya os conté hace unas semanas que una amiga me regalo unos huevos del corral de su casa en Galicia. No sabéis qué color tenían. Increíble. Hice con ellos estas magdalenas y también tortillas y el amarillo era precioso. Y no sólo el color, el sabor también. Lo triste de estas cosas es que luego vuelves a los huevos del súper, y por mucho que te digan que son gallinas alimentadas en libertad, con maíz o con los mejores piensos, a mí no me salen nunca tan amarillos como los que me regala mi amiga.

Os voy a dejar con la receta, pero ya que hemos empezado con el tema cuentos infantiles, otro día hablaremos de Disney  y su obsesión por asesinar a las madres de todos los personajes (Cenicienta, Sirenita, Blancanieves, Jasmine, Bella, hasta Bambi! huérfan@s de madre).¿Pero qué le pasaba a este señor? ¿Se le congeló el cerebro antes de morir? Ya comentaremos.

Ingredientes

(para unas 24 magdalenas)

• 250 grs de azúcar
• rayadura de la piel de un limón
• 4 claras de huevo
• 1 pizca de sal
• 4 yemas de huevo
• 250 grs de AOVE (aceite de oliva virgen extra)
• 120 grs de leche
• 350 grs de harina de repostería
• 1 sobre de levadura química (yo uso Royal)

Preparación

1. Precalentar el horno a 220º.
2. Preparar dos bandejas de 12 muffins con cápsulas de papel.
3. Pesar y preparar los ingredientes.
4. En la tmx pulperizar el azúcar con la piel de limón para que se aromatice. Lo hago programando 30 segundos a velocidad progresiva 5-10. Si no tienes tmx yo mezclaría bien la ralladura con el azúcar en un bol un rato antes y lo dejaría tapado para que se aromatice el azúcar. Reservar en un cuenco.
5. Montar las claras a punto de nieve con la pizca de sal. Yo lo hago también en la tmx poniendo la mariposa en las cuchillas y programando 4 min a velocidad 3 y 1/2. Reservar montadas.
6. En otro bol, batir las yemas con el azúcar aromatizada con limón hasta que estén bien espumosas. Yo lo hago con la tmx con la mariposa puesta 1 min a velocidad 3 y1/2. Lo puedes hacer con cualquier batidora de varillas.
7. A la mezcla de yemas y azúcar ir añadiendo el aceite y la leche mientras seguimos batiendo hasta que esté bien incorporado. Yo lo hago en la tmx, con la mariposa aún puesta programo vel 3 sin tiempo y voy añadiendo a la mezcla que ya tengo en el vaso de yemas y azúcar el aceite y la leche hasta que se incorporan.
8. Añadir a la mezcla anterior la harina y la levadura y mezclar bien. Si estás con la tmx quita la mariposa y mezcla 30 seg a vel 4.
9. Es el momento de añadir las claras a punto de nieve mezclando suavemente con movimientos envolventes de espátula para que no se bajen demasiado.
10. Repartir la mezcla en los moldes y dejar reposar en el frigorífico 15-30 min.
11. Justo antes de meter al horno, espolvorear cada magdalena con azúcar.
12. Hornear 10-12 min o hasta que adquieran el color dorado que te guste.

 Cosas a tener en cuenta:
- a mí me gusta casi siempre utilizar aceite de oliva virgen extra porque el aroma de aceite en la bollería casera me gusta mucho. Si te resulta muy fuerte puedes sustituirlo por aceite de girasol o puedes poner mitad y mitad (esto también lo hago a veces)
- si no tienes tmx puedes batir igualmente bien todos los ingredientes como te explico en los pasos de la receta, únicamente para montar las claras necesitarás una batidora de varillas porque a mano a mí se me caería el brazo. Y eso que la tmx no es la mejor montadora de claras. Si tienes una KA ya es de traca.
- con huevos de súpermercado también salen unas magdalenas muy ricas, pero no serán tan amarillitas.
- por cierto, casi me olvido del mérito: esta receta la hago desde hace años porque es la mejor de magdalenas caseras que he probado y está ligeramente adaptada de ésta del blog Bocados Dulces y Salados

No te fíes de tu hermano si es un pollo y si sois socios de un negocio de comida rápida en Alburquerque (New Mexico)