Crunchy barritas {Kit-Kat casero}

Si yo pudiera vivir sin chocolate mi vida sería distinta. Sería una vida sin accesos de ansiedad, sin trozos microscópicos de chocolate que se caen al morder, que no ves, pero que dejan manchas gigantes en el sofá porque siempre te sientas encima de ellos. Sería una vida sin kilos de más, una vida sin remordimientos, porque todo el mundo sabe que los remordimientos post-"me he comido la tableta entera yo sola de una sentada" son LOS remordimientos, no hay otros. Sería una vida sin boca seca que pide un vaso de agua como si te hubiera dado una pájara subiendo el Tourmalet. Sería una vida.... ¿Sería una vida?

Hace tiempo que decidí vivir mi pasión chocolatera sin pensar en el mañana ni en el qué dirán. El chocolate para mí es un modo de autoafirmación. "Yo soy así y así seguiré, nunca cambiaré" y de cuando en cuando actúo como si fuera el último día. Y como chocolate pringándome el morro para que no se pueda ocultar. Porque no lo quiero ocultar. A veces hasta como chocolate con alevosía y ensañamiento y abro el bote de nutella... y abro el cajón de los cubiertos... y el crimen está servido. Nutella a cucharadas delante de la tele. Y soy feliz.

Y como dice el poeta Serrat: "a menudo los hijos se nos parecen, así nos dan la primera satisfacción". Pues yo no puedo ser una madre más satisfecha. Mis hijas se pirran por el chocolate más que por Peppa  Pig. Igual me he pasao un poco pero vamos, está ahí ahí la cosa. Y hablando de hijas y de chocolate, os diré que esta maravilla se prepara tan fácilmente y tan rápidamente, que la han preparado ellas solas alguna vez ya. Sólo hace falta una mínima ayuda para lidiar con el chocolate fundido pero es 100% children-friendly.
Y ya para terminar de convenceros os diré que es lo más parecido que existe al Kit-Kat, pero en versión casera. Y para mí, donde esté un Kit-Kat, que se quite un Twix, un Mars y demás barritas pringamuelas con caramelo derretido.
Pero cuidado.... que el poder seductor de estas barritas caseras es tal que es capaz de atraer a criaturas de otras eras. El olor a chocolate con galleta puede hacer viajes espacio-temporales y puedes acabar teniendo que luchar por tus barritas con seres a los que la escasa longitud de sus brazos no arredrará lo más mínimo.

Os dejo ya con la receta.

Ingredientes

• 200 grs de galletas tipo Digestive
• 3 cucharadas de miel
• 85 grs de mantequilla fundida
• 2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar
• 150 grs de chocolate de cobertura (el mío negro)

Preparación

1. Meter las galletas en una bolsa y aplastarlas con un rodillo. Es mejor no desmenuzarlas mucho para que queden trocitos porque al morder luego, para mi gusto la textura es mejor y más tipo Kit-Kat.
2. Echar estos trozos de galleta en un bol grande y añadirle la miel, la mantequilla fundida y el cacao en polvo. Revolver bien toda esta mezcla para que se amalgame.
3. Colocar la mezcla en un molde forrado con papel de horno para poder desmoldar después. Aplastarla bien para dejarla lisita y con un grosor uniforme.
4. Fundir el chocolate al baño maría o en el microondas a intervalos de 30 seg removiendo de vez en cuando y con cuidado de que no se queme.
5. Verter el chocolate por encima de la mezcla de galletas y enfriar todo en el frigorífico hasta que el chocolate se solidifique de nuevo.

Cosas a tener en cuenta:
- Encontré esta receta en el blog Mi toque en la cocina, al que no puedo estar más agradecida por haberme descubierto esta delicia.
- La voy a incluir también en la etiqueta de "quickies" porque el tiempo necesario para prepararlo son exactamente 5 min. más el tiempo de enfriado en la nevera en el que no tienes que hacer nada más que comerte las uñas.
- Puedes usar el molde que quieras. Si es más grande puedes dejar las barritas más finas. Yo he usado un molde desmoldable redondo de 18 cm de diámetro. Pero estoy pensando en repetirla en uno rectangular para luego cortarlo en trocitos tipo barrita y envolverlos para regalar en navidad.
- Usa un chocolate bueno, se nota la diferencia.

Opps! No me refería a este KIT-KAT. Aunque este también es magnífico.