I cannot imagine how a simple claim such as Winter is coming can hide that amount of threat. I just don´t get it. What are a bunch of wildlings, a frozen wall of ice and perpetual snow, some beheadings here and there, and a three eyed raven? What are those trivialities compared to the thought of a bikini, or any kind of swimsuit…? Those are scary stuff and they hold the real absolute threat: Summer is coming and there is nowhere to hide. Final victory in the war for the Throne in my fridge between potato chips and vegetables is turning towards the Lettuce kingdom. Summer is coming.
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Sí, es así, en cuanto empieza a resonar el fatídico Se acerca el verano sé que el ratio de veces que me voy a mirar el trasero en el espejo por día va a aumentar exponencialmente hasta octubre. En el espejo de casa, en el del ascensor, en el del baño poniéndome de puntillas porque sólo hay espejo hasta la altura del lavabo; en el del vestuario del gimnasio, así disimuladamente para que no se den cuenta que me lo miro, aunque ellas también lo hacen; me lo miraría si encontrara la forma de hacerlo hasta en el espejo retrovisor.
Importante: ¡hay espejos a evitar! Los espejos de los probadores de las tiendas cuquis, en esos NO mirarse, que esos hacen el culo fino y los colocan los fabricantes de patatas fritas en su estrategia bélica contra la verdura. Luego están los otros espejos de los probadores de las tiendas cuquis, no los de antes, sino los que ponen en la esquina del probador expresamente pensados para que te mires el trasero sin necesidad de hacer el giro de cabeza de posesión infernal. Esos son los peores. Los mandan hacer los fabricantes de churros. Huir como de la peste.
Así que vamos con nuestras raciones de combate. Que no cunda el pánico porque luchar en el bando de la verdura puede ser muy satsfactorio, sabroso, y divertido, y lo digo yo que he militado en las filas de las patatas fritas muchos años y os aseguro que esto es riquísimo.
Lo primero que hay que saber es que la receta que os voy a dar es totalmente personalizable. Se ponen y se quitan ingredientes ajustándolos al gusto de cada uno. Incluso podemos ponerle algo más que verduras. Unas gambitas no se considerarían traición... Simplemente creo que hay unos básicos que hay que cumplir para que el resultado final sea óptimo: tiene que haber verduritas crudas que aporten el toque crujiente, y tiene que haber hierbas aromáticas que le den un toque fresco y si me apuráis un puntito picante. A partir de ahí, la elección es libre.
A pesar de la sofisticación (me encanta este palabro, siempre quise que dijeran de mí que tengo #EseAireSofisticado, pero de momento nada) que aparenta el resultado final, la cosa es muy sencilla. La clave para mí reside en la mise en place o lo que viene siendo tenerlo todo preparado antes de empezar para ir haciendo rollitos del tirón. Yo me lo puse en la tablita giratoria y casi disfruté más dándole vueltas a la tabla para ir cogiendo de aquí y de allá que haciendo los rollos. Con esta simpleza de espírtu lo de la sofisticación creo que no lo conseguiré nunca.
A partir de ahí la cosa es coser y cantar. Vamos con la receta:
Ingredientes
(para 8 rollitos)
- 8 obleas de arroz
- Un paquete de noodles también de los de arroz transparentes
- Zanahoria rallada pero no de bote
- Cogollitos de lechuga
- Un pimiento rojo cortado en tiras finas
- 5 rabanitos
- Cebollino
- Cilantro
- Salsa agridulce
- Preparamos los noodles como indique el paquete (suelen ser 5 min en agua hirviendo), escurrimos y reservamos preparados junto con el resto de ingredientes listos y cortados.
- En un plato con agua caliente (caliente del grifo vale) hidratar una oblea de arroz durante unos 10-15 segundos. Hasta que se quede blandita. Sin pasarse porque se deshacen. La textura es la de una membrana fina y elástica.
- Colocamos la oblea sobre un trapo limpio y ligeramente húmedo para que no se pegue.
- Colocamos el relleno como a un tercio de distancia del borde de la oblea más cercano a nosotros. Como en la foto, vamos. Los noodles le dan cuerpo al rollito. Intentar no poner ingredientes puntiagudos justo en contacto con la oblea porque podrían rasgarla. Yo pongo la lechuga que así me ayuda a tenerlo todo "recogidito".
- Ir poniendo capitas de ingredientes hasta tenerlo todo.
- Empezamos a enrrollar cubriendo el relleno con la parte de la oblea que hay más cerca de nosotros. Lo ajustamos bien.
- Doblamos los bordes laterales hacia el centro para que el relleno no pueda escaparse por los lados. Así ahora ya lo tenemos bien recogido y no se podrá salir por ningún sitio.
- Seguimos haciendo rodar el rollo para terminar de cerrarlo.
- Servimos acompañado de salsa agridulce. Lo he probado también con salsa de soja y a pesar de lo que me gusta os diré que no está tan rico como la agridulce. Con la salsa de soja no se distinguían los matices del cilantro, o el cebollino, o los rabanitos. Yo recomiendo mucho más la agridulce pero todo es probar.
- Se pueden hacer más y guardarlos, se conservan estupendamente en la nevera. Yo me los comí al día siguiente como habréis visto los que me sigáis por Instagram (los que no, seguidme please, me hará ilusión bárbara) y también a los dos días y estaban perfectos, eso sí, hay que tener la precaución de no guardarlos juntos unos encima de otros porque se pegarán y al despegarlos se rasgará la oblea. Yo los envolví individualmente en papel de plástico film y perfecto.
Every mirror will do. Home, elevator, restaurant restrooms (standing in my tiptoes to get to see my bottom)… Every mirror except the ones placed in the fitting rooms of cool boutiques. Not those. Those are tricky and make out bottoms look small and thin and have strategically been placed there by the enemy (remember our enemy here? Potato chips).
So let's get ready to fight on the veggie side. Trust me my fellow soldiers, the veggie side can be brutally delicious, tasty and funny.
This recipe is totally customizable. You can make it with whatever combination of vegetables you like most. You can even include some shrimps and it wouldn't be considered treason. Just respect two basics: always have some kind of crunchy vegetables (shredded carrots, lettuce...) and some kind of herbs with a fresh/spicy touch (cilantro, chive...). Having these two principles in mind and everything cut, sliced and ready in a perfect mise en place, the Throne is yours.
Ingredients
(to make 8 rolls)
- 8 rice pancakes
- 1 pack rice noodles
- 1 cup shredded carrot
- 2 small lettuces or 8 lettuce leaves
- 1 red pepper cut in thin sticks
- 5 radishes cut in thin slices
- Chive
- Cilantro
- Sweet&sour sauce
- Cook rice noodles following the instructions (usually cook them in boiling water for 3-5 min). Drain and set aside along with all the rest of the ingredients cut and ready.
- In a dish with warm water, immerse the pancakes for 10-15 seconds until they become soft and pliable. Not too long or they will tear.
- Place the pancakes on a clean and slightly wet kitchen towel.
- Start placing the ingredients at 1/3 distance from the edge of the pancake closest to you.
- Pile up all the ingredients you want to include and then start rolling. Bring the 1/3 pancake closest to you over the filling tucking it well so it doesn't move and spread out.
- Take both sides and bring them to the centrer wraping the roll over. Now there is no way out for the filling and you can continue rolling safely.
- Serve with sweet&sour sauce. For me it is the best combination. I tried it also with soy sauce and it did not work that well by far. Soy sauce is too strong and does not let the nuances and touches of the spicy ingredients come out.
- You can store them and bring them to work in your lunchbox as I did. Just wrap them individually in plastic and put them in the fridge until you want to eat them. Do not pile them together or they will stick and tear.
This is me the moment anyone says the fateful motto Summer is coming |
Pero que dices! Yo lo que temo del verano es a las marujas chacharreando subidas a las máquinas de abdominales de mi gimnasio (buena excusa para justificar mi incipiente panza, eh?) y las colas infernales para comprar entradas para todos los conciertos punk y festivales del verano...
ResponderEliminarEl resto, a mí ya me importa un pimiento. Yo me he hecho legionaria de la cervecita fría con tapa, y el resto del mundo que siga girando que yo... a lo mío!
Que receta más buena! y super sencilla. Te la copiare seguro. Un abrazo
ResponderEliminarBueno, ya lo dije antes... esto es alegría!
ResponderEliminarde vista son preciosos, y como la comida entra por los ojos, esto entra y entra. Y si es una ayudita para la bikineria, pues un tanto más. Aunque yo ese síndrome lo he superado dada mi avanzada edad!!... me importa un rabanito!!!
Petonets!
Marisa
Anda que no tiene peligro la frase, me parece que tiene más que no la de Se acerca el invierno! Y eso que yo no me pongo bikini, pero es que mi cuerpo serrano no es que digamos el mas ideal para lucir tipo, así que, incluso sin mirarme en el espejo, que se acerque el verano es catastrófico, y eso que ya empiezo a estar en mi peso. Y seguro que por mucho que lo queramos disimular, es así para la gran mayoría de los mortales, fijo.
ResponderEliminarAsí que estos rollitos me parecen un lujazo de lo ricos que deben estar, y como ya nos has dicho que no es sacrilegio, si me animo a hacerlos les pondré unas gambitas... y salsa agridulce!!
Un beso!!
La frase se las trae, aunque lo bueno de vivir en Holanda es que, para qué se va a poner una con la operación bikini... total para 2 semanas de calor sofocante y ni siquiera durante ese tiempo te puedes meter en el agua de la playa... aunque bien pensado... igual si me atreviese a meterme se me encogían todas las lorzas de golpe... jaajaajajaa
ResponderEliminarPuedo dar fer de que esos rollitos de verduras son riquísimos y si te digo que hasta al marido le gustaron, que yo pensaba que me los tiraría por encima de la cabeza!!! La que no claudicó fue la peque... jaajajaja
Por cierto, no sé yo si prefiero los espejos mentirosos de las tiendas cuquis, o los que derrochan franqueza de las tiendas no tan cuquis... jaajaajaja
besos