Tarta de Nutella y obleas {asalto medieval}

Otro mes más participo en el reto El Asaltablogs. Es una idea de Gastroandalusí que me parece divertidísima. Os recuerdo en qué consiste: todos los gastrobloggers participantes debemos, a lo largo del mes, seleccionar una receta de un blog elegido por sorteo de entre todos. Este será el Blog Asaltado del Mes el cual, durante 30 días tendrá a otros 100 blogs husmeando en sus recetas. El último domingo del mes es el gran asalto. En ese día, todos los participantes publicamos a la vez la receta del blog asaltado. Un copieteo a mano armada y de carácter masivo, vamos!
Yo ya he asaltado en dos ocasiones. Por si queréis verlas están AQUÍ y AQUÍ.
Así que ahora voy a por el tercer asalto. Voy en cada uno recreando distintos estilos asaltantes (western-forajido, cuerpos especiales de policía) y esta vez le ha tocado el turno al asalto medieval, el que practicaban los señores feudales, que recientemente ha sido reinstaurado en nuestra sociedad.

-- A partir de aquí todo lo que voy a escribir es presuntamente, no vaya a ser que me busquen las cosquillas. Que a los señores feudales no les gusta que se metan con ellos... presuntamente --

Los señores feudales eran nombrados (a dedo) por otros señores feudales y les eran entregados grandes territorios. Las personas que habitaban estas tierras las trabajaban, las mantenían fértiles y vivían del fruto de su trabajo como agricultores, ganaderos, artesanos o comerciantes. El señor feudal, por no hacer nada ir de caza, cobraba unos tributos con los que vivía a cuerpo de rey. Es decir, los trabajadores le mantenían. ¿Os va sonando?
Si habéis sido alguna vez carne de best-seller de Ken Follet, sabéis que, con frecuencia, los señores feudales no tenían bastante con esto y querían más y más. Así, en nuestros días, se da el caso de un señor feudal  que llegó a tal posición por haberse casado con una rica heredera, una Infanta de España. Este señor feudal empezó desde ese momento a recibir parte de la contribución pagada por los siervos trabajadores de su territorio. Artesanos, comerciantes, agricultores, ganaderos, oficinistas, funcionarios, médicos, profesores...  contribuian al mantenimiento del señor y su familia y de su vida regalada a través de sus impuestos. Pero él, que participó en el casting para el malo de Los Pilares de la Tierra, no tuvo bastante. Se inventó una empresa y una fundación y concursó para adjudicarse proyectos pagados con más dinero de los siervos contribuyentes. Maquiavélico como él solo, ofrecía a cambio su posición privilegiada para hablar bien de quien le asignara los dineros (unas ratillas lameculos por cierto). Se deduce pues que también amenazaría con hablar mal en caso de no recibir el dinero (¿extorsión?)... En fin, presuntamente.
¿No os parece que esto es un asalto? De guante blanco pero asalto al fin...

Confío en que la justicia coja ese guante blanco y sea capaz de hacer visibles todas las manchas que tiene (lo cierto es que no confío en la justicia nada, pero bueno). Y mientras nosotros vamos a mancharnos también. Pero con manchas de las buenas, de las que sólo salen en los asaltos a cocinas blogueras. Vamos a pringarnos de Nutella hasta las cejas.
Este mes he asaltado el blog Cocina con Angi y en él encontré una receta que llevaba queriendo hacer desde hacía tiempo. La Tarta de Obleas y Chocolate. He modificado el tipo de chocolate para hacerlo con Nutella que es mi debilidad.

Ingredientes:

• Un paquete de obleas
• Un bote de nutella de 400 grs.
• Nubes pequeñitas o cualquier otro topping que te guste (almendra en granillo, fideos de colores...)

Preparación:

1. Presuntamente preparamos un aro grande de emplatar o, como hice yo, un molde desmoldable redondo, no hace falta la base, sólo el aro sobre un plato. Esto es para asegurar que las obleas nos quedan bien colocaditas y centradas pero no es imprescindible para nada.
2. Presuntamente calentamos unos segundos (con 15 es suficiente) la Nutella en el microondas para que esté menos espesa y sea más fácil de extender.
3. Presuntamente colocamos 2 obleas en el fondo del aro, sobre el plato, y sobre ellas ponemos una cucharada sopera de Nutella y la extendemos bien con una espátula de cocina o una lengua de silicona, de las que son blandas y flexibles.
4. Presuntamente vamos alternando capas de 2 obleas y Nutella hasta terminar con el paquete.
5. Presuntamente retiramos el aro y cubrimos la parte superior con Nutella y dejamos los lados como más nos guste, cubiertos también de Nutella o con la oblea vista. Yo he dejado mitad y mitad como se lo he visto a Angi que me ha gustado mucho.
6. Presuntamente lo adornamos con las nubecitas.
7. Lo llevamos al frigorífico una horita o dos para que la Nutella coja un poco de consistencia, presuntamente, siempre presuntamente.

 Cosas a tener en cuenta:
- yo he puesto las obleas de 2 en 2 para que no resultara tan pesado por llevar tanta Nutella. Y eso que no creo que haya quien me gane a Nutella-lover. Alternar las obleas con una capa de Nutella de una en una ya me parecía un poco too much incluso para mí.
- Puede parecer difícil de cortar pero para nada. Eso sí, he utilizado un cuchillo jamonero bien afilado. Mejor que uno de sierra. A pesar de ser un atentado contra el filo de los cuchillos jamoneros lo he hecho. El afilador me agradecerá que le dé trabajo la próxima vez que pase por mi casa.

El señor feudal en uno de los retratos que acostubraban a presidir los salones de la torre del homenaje