Pastel perfecto de arándanos

Si hay algo que me emociona del mundo virtual es la generosidad del personal. La gente comparte una cantidad de conocimiento en todas las áreas que uno se pueda imaginar que es para quedarse mudo. Así, sin pedir nada a cambio y por el mero hecho de compartir algo que saben y que en un momento dado puede resultar de ayuda a otros. Y a mí me sigue alucinando eso. Pide por esa teclita si alguien sabe cómo se hace algo, y al otro lado habrá siempre alguien que tendrá un tutorial listo para ti.

 Cuando empezó a rondarme la idea del blog me di de bruces con la cruda realidad: o sabes diseño o estás condenado a una plantilla pre-diseñada de Blogger. Cosa que no tiene nada de malo, porque tienen muchísimas plantillas y muy monas todas, pero que dificulta pelín eso del toque personal  que hace que sientas algo como tuyo. Yo tuve muy claro desde el principio que si me decidía a empezar el blog tenía que ser muy mio, porque es mucho más fácil dedicarle pasión, trabajo y horas a algo que te gusta que a algo que no. Y entonces fue cuando estuve a punto de dejarlo. Poner la letra del color que uno quiere o los títulos de las barras laterales con la tipografía que a uno le gusta puede ser un reto inalcanzable para alguien con los conocimientos de diseño y programación html que tengo yo y que vienen a ser los mismos que pueda tener Jorge Javier Vázquez (no sé por qué se me ha venido a la cabeza este nombre cuando intentaba evocar a alquien con encefalograma plano, en fin, casualidad supongo). Pero hete aquí, que tuve la lucidez de acudir a mi amigo Google y teclear "cómo cambiar letra blogger" (o "how to change fonts blogger" porque saber idiomas amigos, abre muchas puertas virtuales también) y allí salieron resultados de la búsqueda a paladas. Tutoriales curradísimos, con vídeos y todo, explicando todo tipo de trucos y sin pedirme nada a cambio! Gente maja que sabe programar y que lo comparte con los negados del código como yo. Y la emoción 2.0 me invadió.
Así que puedo decir que, tras dos meses copiando y pegando html cedido por buenos samaritanos virtuales conseguí tener el blog más o menos a mi gusto y a ellos les debo el haberlo empezado. Mi más sincero agradecimiento allá donde esté vuestra dirección IP.

Todo el rollo anterior viene a cuento de que, siendo este blog un hijo del knowledge sharing no tendría perdón de dios o de Jobs, o de Gates, si no compartiera los hallazgos que yo misma hago en lo relacionado con la temática que tratamos aquí. Y el de hoy es un HALLAZGO con mayúsculas. Una vez más ha venido de la mano de mi australiana favorita, Donna Hay, que es la musa de la cocina fácil y a la vez deliciosa. Fácil porque sólo tiene 3 pasos de los cuales el 1º es precalentar el horno y el 3º es sacar del horno. Deliciosa porque tiene un aroma increíble y por su textura. Es jugoso y húmedo, por lo que no lo he llamado bizcocho sino que es más bien un pastel. Así que por favor, continuad la espiral del compartir, hacedlo, probadlo, adoradlo y compartidlo, que nadie puede quedarse sin probar esta maravilla tan fácil. Aquí os dejo el enlace a la vídeo-receta de Donna Hay.
Vamos con la receta.
Ingredientes

• 200 grs de harina tamizada
• 2 cucharaditas de café de levadura química (yo uso Royal)
• 150 grs de azúcar
• 125 grs de mantequilla a temperatura ambiente (importante que esté a temperatura ambiente)
• una cucharadita de café de esencia de vainilla
• 2 huevos
• 125 ml de leche
• una manzana pequeña o media grande lavada y cortada en láminas finas con la piel
• 50 grs de arándanos frescos o congelados

Preparación

1. Precalienta el horno a 180º y engrasa bien un molde de la forma que te guste. El mío con agujero central que últimamente me gusta mucho.
2. Pon todos los ingredientes excepto la manzana y los arándanos juntos a la vez en un bol grande y mezcla con una batidora de varillas hasta que esté bien integrado (unos 30 segundos). Vierte la mezcla en el molde y coloca por encima de la masa las láminas de manzana y los arándanos.
3. Hornea durante unos 40 min o hasta que al pinchar con un palillo de brocheta salga limpio y la superficie esté dorada.

Cosas a tener en cuenta:
- Como indicaba en los ingredientes, es clave que la mantequilla esté a temperatura ambiente. No te apresures y la eches cuando aún esté fría porque no se mezclará con el resto de ingredientes (propia experiencia hablando) y tampoco quieres que esté fundida porque no queremos líquido de más en la masa. Así que sácala un par de horas antes de la nevera o caliéntala a muy baja potencia en el microondas. En el mío, 2 minutos a 90W la dejan justo como quiero, pero es preferible ir probando a intervalos cortos y en la potencia más baja para que no se funda.
- Los arándanos pueden ser frescos o congelados. Yo suelo comprar cuando están bien de precio y los lavo, los seco bien y los congelo, así siempre tengo arándanos a mano. Es muy práctico y en recetas como ésta funcionan muy bien. Hay otros casos en los que al batir un poco los arándanos con la masa, al tener mucha agua por estar congelados, manchan mucho la masa de azul. A mí no me disgusta pero hay a quien no le gusta. En cualquier caso, en esta receta no es problema porque se echan por encima sin más cuando la masa ya está batida.
- La leche, la que tengas en casa, en mis recetas es siempre semidesnatada.

Di SÍ al compartir, siempre. En la red también. Si yo tengo algo que ofrecer, ¿por qué impedir a otros recibirlo?