Cigarritos de pollo al curry

Cuando de pequeña me invitaban a algún cumpleaños yo siempre esperaba que fuera en el Wendy’s  ¿lo recordáis? Eran esos restaurantes de comida rápida que fueron cerrando paulatinamente después de que se descubrieran restos de contaminación fecal en sus hamburguesas. (WTF!) Pues sí, a pesar de que era muy cierto que lo que nos daban de comer era mierda pura, yo lo prefería porque no me gustaban las hamburguesas y allí había una especie de sándwich de jamón y queso que me hacía relativa gracia… Ahora pienso que igual las hamburguesas sí me gustaban y lo que no me gustaba era la caca... Igual yo ya era una gourmet  desde pequeña… En fin, que para favorecer el desarrollo del paladar gourmet  de los más pequeños tengo el placer de participar un mes más en la iniciativa ¡Qué rico mamá!. Aquí encontraréis un montón de propuestas para contribuir a la comida sana y creativa de nuestros churumbeles. Este mes, la anfitriona es Patricia desde su ideal blog El Recetario de mi cocina nos ha desafiado a preparar recetas saladas para fiestas de cumpleaños. Aquí va la mía.

Una de las cosas que más intento fomentar en la alimentación de mis hijas es que se familiaricen con nuevos sabores. Lo hago por ellas, para ampliar su paladar, pero también lo hago por mí. Porque salir a comer con ellas o plantearse hacer viajes en familia puede ser mucho más ameno, interesante y divertido para todos si no hay que acabar siempre en el clásico restaurante de espaguetis porque no hay manera de que coman nada distinto. De todas formas lo hago con moderación, no vayáis a pensar que cada quince días me da por hacerles comer saltamontes fritos por si un día de éstos nos da por ir a México de vacaciones… tampoco hay que pasarse, voy a esperar a que tengan 8 años para introducir los insectos.
Uno de los sabores que he probado a introducir recientemente es el curry.  Bueno, el curry amarillo que conocemos nosotros y que encontramos en nuestros supermercados. Antes de seguir os contaré algo que seguramente muchos sabéis pero que yo aprendí hace sólo algunos años. En una cena en el restaurante indio Annapurna de Madrid, el maître nos explicó que en realidad “ningún curry lleva curry”,  porque la palabra curry  no hace referencia a la especia amarilla que nosotros conocemos sino que curry  es en realidad cualquier mezcla de especias, de modo que hay tantos currys  como fantasías mezcladoras. Lo que pasa es que hasta nuestros comercios más habituales (no hablo de los establecimientos delicatesen o especializados en comida oriental sino de los mercadonas, carrefoures, ahorramases y similares) sólo ha llegado el curry  amarillo con su sabor característico. Pero bueno, no me parece una mala forma de empezar.
Para no hacerlo demasiado drástico lo he incorporado en una receta de pollo que es una comida muy children-friendly  y lo he presentado de una forma diferente para que encaje en el concepto juguetón de comida de cumpleaños. El resultado ha sido un éxito. A ellas les ha encantado y a los adultos también. En mi caso y para mi gusto personal yo habría añadido más curry y algún picante pero las salsas de acompañamiento pueden servir para personalizar al gusto de cada uno. Me ha faltado una salsita agridulce o agripicante de esas orientales, creo que le habría ido genial, pero no tenía. Así que hemos tirado con salsa de soja y con ketchup que sorprendentemente no le quedaba nada mal.
Por otro lado, la pasta filo horneada queda tan crujiente que resulta muy divertida, eso sí, muy crujientita y muy “¡mira mami como hace cris-cris  cuando la muerdes!”, pero las migas que suelta son para que aproveches a llenar la casa de confetti para el cumpleaños porque la aspiradora no te libras de pasarla.
Bueno, vamos a ver cómo los he hecho.

Ingredientes (para unos 20 cigarritos)

• 2 pechugas de pollo cortadas en dos longitudinalmente o en filetes (para que se hagan antes)
• 2 cucharadas de AOVE para sellar el pollo y otras 3 cucharadas para pintar la pasta filo
• un vasito de caldo de verduras, o de pollo, o de lo que tengas, o agua con una pastilla de starlux (el starlux va contra mis creencias más profundas pero yo soy muy abierta de mente y si a vosotros os gusta este es un país libre, como dicen en las pelis americanas). Yo suelo utilizar el caldo de cocer las verduras cuando hago purés para la más pequeña.
• Una cucharadita de postre de curry colmadita
• Harina, sal y pimienta recién molida.
• Un paquete de 10 láminas de pasta filo
• Salsa de soja, agridulce... al gusto, es para acompañar

Preparación

1. Lo primero es cocinar el pollo en salsita para lo cual lo salpimentamos bien y lo enharinamos para que luego tenga más cuerpo la salsita.
2. Calentamos las 2 cucharadas de AOVE en una sarten o cazuela amplia y doramos bien el pollo por todos lados con el fuego tirando a fuerte, alegre. No es necesario freírlo mucho, simplemente dorarlo por fuera que luego ya se hará en la salsa.
3. Añadimos el caldo y removemos bien el pollo para que la harina haga que el caldito coja cuerpo. 
4. Añadimos la cucharada de curry, removemos bien para distribuir por todo el pollo y lo dejamos a fuego alegre hasta que veamos el chup-chup rapidito y luego lo bajamos para que no se evapore todo el caldo antes de que el pollo esté bien hecho por dentro.
5. A partir de aquí dejar cocinar unos 10-15 min. Si ves que se queda la salsa muy líquida, dale fuego más fuerte para que se concentre más.
6. Deja enfriar y después desmenuza el pollo en hebras o trocitos pequeños. Yo lo dejé muy pequeñito. Añádele la salsita y mezcla bien para que sea una mezcla de pollo jugosa y con sabor.
7. Precalienta el horno a 200º
8. Abre el paquete de masa filo y coloca las láminas tapadas con un trapo húmedo. Yo le puse por encima un trapo de cocina y lo salpiqué bien con agua. La pasta filo se seca en seguida así que si no la tapas con el trapo humedecido se te quedará dura y cuarteada en pocos minutos y no la podrás trabajar.
9. Toma una lámina de pasta y extiéndela reservando las demás tapadas. Con un pincel de cocina píntala con el AOVE por una cara. No es necesario pringarla mucho, es pintarla someramente.
10. Pon otra lámina encima y haz lo mismo. Ahora sujetando las dos láminas juntas córtalas en  forma de cruz de modo que te queden 4 rectángulos formados cada uno por dos trozos de pasta filo. Cada uno de estos rectángulos será un cigarrito. Es necesario que lleven doble capa de pasta porque es muy fina y si no se rompería y se quedaría muy húmeda al contacto con el relleno.
    
11. En cada rectángulo dispón el pollo en forma de tira a lo largo de uno de los lados largos. No pongas mucho o el cigarrito te quedará como un cohiba nº5. Enrolla la masa filo y ya lo tienes. 
12. Ve haciendo lo mismo hasta acabar con el pollo, o con la masa filo, o con los dos. 
13. Ve colocándolos a medida que los haces en una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado.
14. Hornea hasta que adquieran el tono de tostadito que te gusta. Los míos estuvieron 24 min en el horno. Para otra vez los dejaría algo menos porque el pollo queda un poco seco si no mojas el cigarrito en salsa. Tal vez el tiempo ideal hubiera estado entre 18 y 20 min.
15. Servir calentito y con salsas.

Cosas a tener en cuenta:

- El guisito de pollo como veis ha sido muy simple pero lo puedes sofisticar cuanto quieras. Puedes sofreírle cebolla y que vaya también en el relleno, puedes añadirle frutos secos picados, pimiento...  Puedes usar pollo asado que te haya sobrado, o pavo, o restos de un pollo a la barbacoa (mm esto me ha sonado genial, lo voy a hacer). Puedes incluso hacer los cigarritos de otro ingrediente, con atún, o un guiso de bonito con tomate desmenuzado... Todo depende de quién vaya a ser el público. Yo lo dejé bastante simple porque era para las niñas y no me la quería jugar a que me metieran el cigarrito por la oreja y tener que ponerme a preparar otra cosa de comer.
- Se me terminó el pollo y me sobraron dos láminas de pasta filo con las que hice 4 cigarritos rellenos de trocitos de chocolate. Al sacarlos del horno los espolvoreé de azúcar glas. Muy ricos también como opción dulce.
- La masa filo puedes pintarla con AOVE o mantequilla derretida. Yo si tengo que elegir entre los dos, prefiero el AOVE. Aunque para una receta dulce la mantequilla podría alterar menos el sabor. Lo cierto es que probé unos de los cigarritos con mantequilla y para mi gusto, los de AOVE estaban mejor.
- El pollo lo puedes preparar el día antes. Incluso lo puedes tener ya desmenuzadito bien tapado en un tupper para que no se seque y añadirle un poco más de salsa cuando lo saques para usarlo si ves que se ha quedado muy seco.

 Os recomiendo encarecidamente que visitéis todas las propuestas de mis compañeras de ¡Qué rico mamá!

¡Espere! Se le ha caído una hamburguesa del Wendy's...