Bizcocho esponjoso de romero y muesli {o cómo resistirse a la llamada del bisturí}

He leído que Falete ha decidido hacerse una lipoescultura. Que está harto de dieta. Pobre. Va a sufrir como un cabrón, cabrona, mártir. Y hablo con conocimiento de causa después de haberme hecho mi primer, y sospecho que último, retoque estético. Me he reconstruido los agujeros de las orejas. No sé si me ha dolido más cerrármelos o volver a abrírmelos.
{Por cierto, hay qué ver qué noticiones dan en la portada de la prensa. A este paso ni fútbol, ni toros, ni religión. La prensa libre es el opio del pueblo}

Ya os conté aquí que yo no reniego de los retoques, siempre con moderación, y que ahora que me voy acercando a las edades en las que hay que elegir entre cara o culo, no descartaba hacerme algo con las arrugas del entrecejo. Y por qué no, con el excedente de culo que tengo que no necesito para nada. Hasta que me hice las orejas. No tengo problema en rectificar y afirmar que creo que no me sometería por gusto a un dolor físico innecesario nunca más.

Decidí que si quería arreglar mis lóbulos no había más remedio que el bisturí después de que una farmacéutica muy insolente me dijera, justo antes de perder una clienta pa  los restos, que mis orejas y sus agujeros estaban hechos una pena, no porque me los hicieran mal, sino por la calidad de mi cartílago. Vamos, que mi cartílago es malo. O sea, que haberme puesto pendientes tipo lámpara moruna de 8 kgs ¿no ha tenido nada que ver?. ¿Es que tengo las carnes de mala calidad?. ¿Te estás metiendo con mis padres? Gracias, ya no quiero el frenadol,  adiós.
Así que aproveché una visita al cirujano plástico que tenía que extirparme un bultito del abdomen para pedirle que hiciera algo por poner a mis orejas en unos estándares de calidad acordes con el resto de mi persona, que no está tan malamente según dice mi abuela --exceso de culo a parte--. El caso es que las heridas que me hizo para cerrarme los agujeros y cosérmelos me estuvieron doliendo 15 días, durante los cuales además tuve serias dificultades para dormir por no poder apoyar las orejas en la almohada. Por no hablar de los apósitos tan poco chic que me dejaron en las orejas (el pelo largo es un aliado).
Dos meses después y cerrados ya los agujeros llego el momento de abrirlos de nuevo. Desde aquí quiero pedir perdón a mis hijas a las que perforé las orejas con 3 meses de edad. Si yo hubiera sabido ésto os aseguro que no os lo habría hecho. Hace ya 29 días y siguen doliéndome. Que si los bebés tienen las orejas más tiernas, que si a ellos no les duele tanto, que si tal y que si cual. Y una leche. Duele.
A estas alturas hace ya casi 3 meses que el cirujano me cosió los agujeros y aún no he podido volver a ponerme mis pendientes buenos. Sigo con los micropendientes  de bebé que me pusieron con la pistola lo cual hace el efecto óptico de que mi lóbulo es gigante (viva la Pasionaria-blogger, ¿os he dicho ya que el pelo es un gran aliado?)

En fin, que no quiero saber lo que puede ser la lipoescultura de Falete. A ver el tiempo que tarda en reaparecer como nuevo nueva en todo su esplendor. Si es menos de 3 meses apuesto algo a que lo sacan con todo el cuerpo anestesiado o con una cogorza de escándalo para que no sienta ni padezca. Yo por mi parte he tenido ya mi dosis de celebrity  habiendo pasado por un quirófano por pura estética y muy mal se me tienen que poner los surcos del entrecejo para que pase otra vez.
Entretanto voy a ver si puedo ir aguantando no pasándome con el dulce, porque el exceso de culo me parece que va a seguir conmigo para siempre, pero al menos que sea un exceso de calidad, de los que se forman con aceite de oliva virgen extra. Así que aquí os traigo este tratamiento de choque, un pastel que me saqué de la manga con un poco de muesli que tenía por casa y con aromas campestres de romero y naranja que están apeteciendo ya un montón y que lo hacen perfecto para llevar de picnic o a una merienda al aire libre. Espero que os guste.

Ingredientes

• 185 grs de harina - yo usé harina bizcochona  que es la que viene ya con la levadura incorporada. No es una harina que me guste utilizar pero es lo que tiene mandar al marido a la compra, que al final tienes que ir tú. Como quería darle salida la he utilizado en este pastel y no me ha dado mal resultado aunque he añadido algo más de levadura química.
• 1 cucharadita de levadura química - Si tu harina no es bizcochona sino normal o de repostería, ponle medio sobre de levadura química (como 2 cucharaditas y media). Yo uso Royal.
• 1/2 cucharadita de sal
• 180 ml de buttermilk - abajo os explico lo que es y cómo hacerlo
• 150 grs de azúcar blanquilla
• 60 ml de AOVE - Aceite de Oliva Virgen Extra
• 1/2 yogur natural (el mío era griego)
• 1 huevo
• El zumo y la ralladura de una naranja
• Aproximadamente una cucharadita de romero fresco picado finito - yo lo cogí de una plantita que tengo en la terraza. 
• 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
• 20 grs de muesli mezcla de frutas y de pepitas de chocolate (los restos que tenía de dos cajas por casa)

Preparación

1. Precalienta el horno a 170º
2. Prepara el buttermilk - El buttermilk es el suero de la mantequilla. Es ácido y aporta una humedad y jugosidad más intensa a los bizcochos, más que la leche. Se emplea mucho en la repostería americana y nórdica. Se puede encontrar en ciertos supermercados como Lidl ya preparado, pero no en todos. Hay una manera casera de prepararlo que es la que vamos a usar en esta receta: si necesitamos 180 ml de buttermilk medimos unos 170 ml de leche y completamos hasta los 180 ml con zumo de limón o con vinagre. Yo lo hago un poco a ojo, pongo los 170 ml y luego una cucharada sopera de vinagre. Y lo dejas a temperatura ambiente como unos 10 min. Al cabo de ese tiempo tendrá el aspecto de leche cortada. Se remueve un poco y ya está listo para usar.
3. Mientras tienes el buttermilk en reposo vamos con la receta. Mezcla en un bol la harina, el azúcar, la levadura y la sal.
4. En otro bol bate bien el buttermilk, el huevo, el zumo de naranja y la ralladura, el aceite de oliva, el yogur, el romero y la vainilla. Vamos, todos los líquidos y aromas.
5. Añade los ingredientes secos del punto 4. a los ingredientes líquidos del punto 5. y mezcla bien pero sin batir en exceso.
6. Engrasamos un molde bien y lo forramos si queremos con papel sulfurizado.
7. Vertemos la mezcla y esparcimos por encima el muesli y unas ramitas de romero de adornito.
8. Horneamos durante unos 25-30 min o hasta que veamos que está hecho al pinchar el centro con una brocheta. Ya sabéis que el tiempo de horno depende mucho de cada casa.
9. Dejar enfriar en una rejilla.

Y pensar que le podría haber dado una utilidad a mis agujeros. Con lo bien que me vendría cuando voy cargada con la compra...