06 septiembre 2013

Sartén de gulas con huevos y guindilla

Siempre se dice que la comida ahora no sabe como la de antes. Tratamos de encontrar las causas en los pesticidas, en los cultivos transgénicos, en las cámaras de refrigeración y otros avances que se demonizan como la cara más oscura del progreso. Pero, ¿y si simplemente la comida de ahora no sabe igual que la de antes porque no es la misma comida que comíamos antes?
Mi padre siempre cuenta que cuando él era joven, la clásica tapilla que le ponían en los bares con el chato de vino era un plato de angulas. Sí, con an- delante de -gulas. Es decir, angulas de las de entre 300 y 500 eur a día de hoy, se servían en el lugar que ahora ocupan las patatas fritas. Y conste que me confieso fan fatal  de las patatas fritas de bar con cocacola, pero claro, si hubiera ido a los mismos bares que mi padre igual tendría ahora el morro más fino y no me pirraría por los torreznos. Las angulas que yo como hoy no saben como las que comía mi padre, por la sencilla razón de que yo no como angulas nunca.
Bueno, no es del todo cierto porque el plato que os traigo hoy lo probé por primera vez con angulas de las de verdad, de las de mi padre, en el restaurante Pablo Gallego de La Coruña hace un par de años. Nos pareció una exquisitez. Es verdad que la exquisitez nos la cobraron como tal.
También se ve que son discípulos de Steve Jobs  en lo de gestionar la escasez. ¿Os habéis dado cuenta de que si quieres un iPhone o cualquier aparatejo de Apple, cuando vas a la tienda nunca te lo puedes llevar en el momento? Siempre te dan la sensación esa de que no hay, de que hay tanta demanda que no lo puedes tener en el momento que tú quieres. Eso sólo lo hace Apple, cualquier otra empresa mata porque esto no ocurra, porque un cliente que va buscando algo no se vaya sin ello porque tú no se lo has podido dar. Pero Apple te deja con las ganas a propósito, porque sabe que así aumentará tu impaciencia y tu percepción de la  marca como algo difícilmente alcanzable. Y con las angulas nos dejaron con las ganas claramente, porque si bien como decía estaba exquisito, también estaba "excasito"
Desde entonces es un plato que hago con cierta frecuencia. Es muy rápido, muy fácil y está muy rico. Como imaginaréis, no lo hago con angulas sino con gulas y además las cantidades son algo más abundantes (yo es que soy de Android). Os animo a que lo probéis. Es un entrante muy socorrido si tienes invitados o para compartir entre dos personas. Para mí lo importante es que hay que servirlo y comerlo muy calentito.

Ingredientes
  • Un paquete de gulas de unos 200 grs
  • 2 dientes de ajo
  • 2 gundillas de cayena (o más si te gusta muy picante)
  • Aceite de oliva
  • 2 huevos
Preparación
  1. En una sartén calentar el aceite.
  2. Cortar los ajos en láminas finas y dorarlos ligeramente en el aceite con cuidado de que no se tuesten demasiado. Puedes dejar el ajo entero con piel y todo y aplastarlo ligeramente con el cuchillo para que dé sabor pero luego puedas retirarlo si no te gusta.
  3. Añadir la guindilla desmenuzada si te gusta encontrarte el picante, si vas a querer quitarla después añadela entera.
  4. Dora juntos los ajos y la guindilla unos segundos y añade rápidamente las gulas.
  5. Saltéalas removiendo para que se impregnen de aceitito hasta que estén bien bien calientes. Unos 3-4 min. Reserva en la misma sartén o en un plato.
  6. En otra sartén calienta aceite y fríe dos huevos.
  7. Con una espumadera escurre los huevos para que no lleven exceso de aceite y colócalos encima de las gulas que tienes en la otra sartén o en el plato.
  8. Sírvelo en un plato, en una cazuelita de barro o en la misma sartén.
Cosas a tener en cuenta:
- He observado que las guindillas de cayena, si son "viejas" pican menos. Hace poco terminé un bote y estaba acostumbrada a echar 3 ó 4 para cada plato de este tipo. Cuando se me terminó compré un bote nuevo y eché las 3-4 acostumbradas. Parecía la dragona de Shrek. Ahora con las nuevas, con una ya es suficiente y pica bastante. No sé si tendrá que ver con la edad de las guindillas o más con la variedad o la calidad. Yo aviso por si a alguien le sirve. A mí me gusta mucho el picante y lo pude soportar pero si eres de los que soportan un puntito picante pero no más, no habrías podido comértelo.
Al precio que están (sin ser Navidad), o aprendes a pescar angulas o mejor la gula del norte






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4 comentarios:

  1. Este es de los platos que me guardo para cuando tenga que cocinarle a mi padre :)
    besos

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  2. Cierto...yo si que no las he probado nunca!!!
    Pero este plan B tuyo de las gulas pinta requetebueno, jajaja.
    Besos.
    Raquel.

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  3. Pues yo las gulas no las he probado, y creo que al precio que van, como dices, o las pesco yo, o voy a seguir sin probarlas, jeje!
    Pero este plato no hay quien se lo salte, porqué tiene una pinta buenísima!!
    Besos!

    ResponderEliminar
  4. Qué plato más rico!! En casa nos gusta mucho y encima yo soy de las que además le añade las patatas fritas, vamos de lo más contundente pero delicioso!! Te ha quedado estupendo el plato!! Besos

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