07 octubre 2014

Hojaldres con palo de coulommiers y mermelada de mora

¿Sois partidarios del engaño a los niños? No me refiero a Los Reyes Magos o al Ratoncito Pérez, que esos existen de verdad, si no a decirles que ciertas comidas no llevan algo que sí llevan porque si supieran del “ingrediente secreto" no lo comerían. Yo soy 100% fan de la política del engaño. Y es que he tenido escuela. Os cuento.
Mi madre, allá por los tiempos en que nos daba colacao en cualquier ocasión que se terciara (desayuno, comida, merienda, antes de dormir, y si te descuidabas te daba otro de aperitivo) descubrió en él una fuente inagotable de nutrición oculta. Oculta por ella. Empezó con la cucharadita de miel. Como la miel no me gustaba nada, me la echaba en el colacao y así, revuelta con la cuchara, no se notaba.
Aún así, a mi paladar de gourmet infante no le pasó desapercibido el regustillo floral en el colacao y empecé a sospechar de aquel poso acaramelado mezclado con chocolate que se quedaba en el fondo del vaso y que coincidía justo con los días en los que a mí me había sabido aquello raro. Así que empecé a acusar a mi madre:

- ¡Este  colacao  tenía  miel!  (ojos fijos en el fondo del vaso)
- ¿Eh?  (mirada esquiva)
- El  colacao.  Que  le has  echado  miel.  ¡Y  no  me  gusta!
- ¿Que  va a  tener  miel  el  colacao?  (con boca pequeña)  No  digas  tonterías.
- ¿Y  esto  que  se  ve  aquí?
- Será  que  no  le  has  dado  vueltas  bien.

Aquí acababa normalmente el careo pero la sombra de la duda permanecía. Y mi madre, lista como las madres y consciente de que su engaño estaba prácticamente al descubierto, tuvo que profundizar en el ocultismo nutritivo más aún. Así es como dio con el ingrediente secreto capaz de satisfacer sus angustias de madre para la que nunca has comido suficiente, y que además tenía la propiedad de quedar bastante bien disimulado en el colacao. El huevo CRUDO.
Empezó la cosa con la yema: vaso vacío, cucharada de colacao, yema de huevo cruda, leche caliente, revolver. Resultado: un colacao que no sabía a nada más que a colacao.
En un principio y según ella sostiene a día de hoy, sólo empleaba esta drástica medida en momentos puntuales: un día que habíamos comido mal, o cenado poco… Pero a mí no hay quien me quite que lo estuvo usando a diario en el colacao de antes de ir a dormir durante años.
Ella también sostiene que nos echaba sólo la yema. No lo creo tampoco. Mi teoría es que una vez que vio que le funcionaba el método quiso aprovecharlo mientras pudiera y nos cascaba la clara también.
No sé cuánto duró aquello, pero sospecho que debió de ser bastante tiempo, porque yo sólo fui consciente de su truco un día en que bajó la guardia y preparó uno de sus brebajes delante de mí, cosa que hasta entonces debía de haber estado evitando. Preparó un colacao con  sorpresa  para mi hermano pequeño. Y mi hermano pequeño tenía entonces unos 8 años, 12 menos que yo… Así que ahí estaba yo, con mis 20 años cayendo en la cuenta de que llevaba por lo menos 15 bebiendo colacaos con huevo dentro.¿Os imagináis el momento?

- ¡¿Qué  haces?!
- ¿Eh?  (sin darse la vuelta  y tratando de ocultar el colacao con su cuerpo)
- ¿Que  le  has  echado  un  huevo  al  colacao? (incredulidad en la interpelación)
- Calla,  que  es  que  ha  cenado  mal  y  así  se  acuesta  un  poco  más  alimentado. 

Y ahí acabó todo. Nuca más lo volvimos a mencionar. No pregunté si había estado haciéndomelo a mí todos esos años. Preferí no saberlo.
De ahí me viene mi afán engaña-niños.
- ¿Qué no les gusta la cebolla? Por supuesto hijas que la tortilla NO lleva cebolla ;-)
- ¿Qué no les gusta el huevo duro en el relleno de las empanadillas? ¿Pero cómo voy a echarle huevo duro a las empanadillas (el huevo me persigue)? Qué cosas tenéis…
- ¿Coulommiers? ¿Pero qué es eso? ¿Pero cómo creéis que voy a haberle echado a la comida algo que se pronuncia CULOmié? No hijas, es quesito, como el que comemos en casa de los abuelos que os gusta tanto.
Y hala, a crecer comiendo de todo, lo sepas o no, que a mí no me ha ido mal con el colacao COMPLET.
Con esta receta participo un mes más en el reto ¡Qué rico, mami! siguiendo las indicaciones de nuestra anfitriona del mes, Leire, del bonito y creativo blog Cocina con Gusto que nos pidió elaborar una receta con hojaldre, queso y frutas. Pues vamos a la receta que es una maravilla de la sencillez.

Ingredientes
  • 1 kgs de moras (las mías eran silvestres cogidas por nosotras mismas)
  • 500 grs de azúcar
  • zumo de 1 limón
  • Una plancha de hojaldre refrigerado, no congelado (recomiendo la de Lidl)
  • Queso Coulommiers
  • Pimienta
  • Un huevo batido para pincelar





Preparación
  1. Lo primero es hacer la mermelada. He utilizado como guía esta receta de Bikísimas que me recomendaron en la página de Facebook y que me ha resultado muy rica. Limpiamos bien las moras y en una cacerola grandecita las mezclamos con el azúcar y el zumo de limón revolviendo con una cuchara de madera. Las dejamos reposar una hora. Esto hará que las moras suelten su jugo por el efecto del azúcar y liberen pectina a lo que también ayudará el ácido del zumo de limón. Ya veréis que pasada una hora hay mucho líquido en la cazuela.
  2. Lo ponemos a cocer a fuego medio hasta que vaya espesando. No debería tardar más de 45 min. Hay que tener en cuenta que cuando enfría espesa más.
  3. Si os gusta así  rústico  le podéis dejar las pepitas, y si os gusta más fina la mermelada lo pasáis por el chino para quitárselas. Yo hice un término medio. Lo pasé por el chino todo y luego le añadí una cucharada de las pepitas que había quitado, me parece que le da un toque agradable a producto casero.
  4. Verter en botes que cierren bien herméticamente y darles la vuelta mientras está caliente la mermelada para que se vayan enfriando. No poner los botes otra vez hacia arriba hasta que no hayan transcurrido por lo menos unas 10 horas.
  5. Hacemos los pastelitos para lo que cortamos el hojaldre con un cortador de una forma que nos guste. Yo fui vaga y los corté rectangulares con el cuchillo.Tendremos que tener recortes pares, porque usaremos dos para cada pastelito.
  6. Ponemos la mitad de los recortes en una bandeja de horno forrada con papel y los pintamos en los bordes con huevo batido.
  7. Rellenamos con un par de trozos de queso Coulommiers y con un pegote de mermelada. Aquí las cantidades dependerán de lo grandes que sean vuestros pastelitos según la forma con la que los hayáis cortado.
  8. Espolvoreamos ligeramente con pimienta y colocamos el palo de polo.
  9. Colocamos otro recorte de hojaldre encima, sellamos los bordes, pintamos con huevo batido y hacemos unos cortes en cruz en el centro y decoramos si queremos con unos agujeritos.
  10. Horneamos a 200º hasta que el hojaldre esté doradito. El mío tardó unos 15 min.

Ahora que lo pienso... ¿Lo que mi madre hacía no era una combinación magistral de los conceptos huevo y chocolate?
Dios mío! MI MADRE CREÓ EL HUEVO KÍNDER DECONSTRUÍDO
¿Qué fue antes, el construído o el deconstruído?





Image and video hosting by TinyPic

20 comentarios:

  1. me ha encantado tu historia! quien no ha sido engañada en las comidas? yo tambien tenia un serio problema con el huevo (y con el platano...y con la leche...) que he solventado hace solo unos años!
    esta idea de poner palo hace divertido comer casi cualquier cosa asi que me guardo la idea para sorprender a mis sobrinos....un saludo y gracias por compartir!

    ResponderEliminar
  2. me he reído tanto con tu post, y tendré que probar ese queso que no puede llamarse asi jajaja

    ResponderEliminar
  3. Me meo con tu madre!!! Eso es un master del universo, no lo de la mía que se limitaba a decirme "que no lo lleva, calla y come" xD xD xD

    Anda que si un médico de ahora aleccionado con el colesterol se entera... la denuncia por maltrato infantil por el huevo diario.

    Me ha encantado, esto de que los niños se acuesten bien comidos es fundamental. Por eso tus coulommiers me parecen estupendos, se los voy a hacer a mi madre solo para reírme de ella, que dice que odia el queso y luego se lo come sin protestar siempre y cuando no sepa que lo tiene...

    ResponderEliminar
  4. Lo mires por donde lo mires, hay que hacerle un monumento a tu madre, porqué tenerte engañada tanto tiempo con el colacao con huevo tiene mérito, y mucho!
    Aunque me veo en poco tiempo haciendo algo similar a lo que haces tú... de momento no me ha hecho falta, no ha entrado en fase selectiva con la comida, pero todo llega, verdad?
    Y estos hojaldritos son para llorar de la emoción, qué ricos se ven! Y lo del palo, una muy buena manera de presentarlo, y de comerlo!

    Besos!

    ResponderEliminar
  5. Jajajaja es que me parto contigo nena . Tu madre , vaya tela con el cola caco y los huevos, por favor si os sobre alimentaba!! Y el colesterol que tal??. La receta me encanta y con los palitos queda muy chuli. Besos

    ResponderEliminar
  6. Jajajaj como siempre rie que te rie. Pero vamos, que no me he distraido mucho porque estos hojaldres estan...mmm de vicio

    ResponderEliminar
  7. Sinceramente el mejor post de recetas que he leído y disfrutado en años. Enhorabuena! ! Y ! "Engañar"!!!

    ResponderEliminar
  8. Hahahah que grande tu madre!! Yo soy partidaria del engaño también, a niños y adultos hehehe, todo depende de cómo se prepare,no? Oye que buenísima pinta tienen esos hojaldres y que buena idea ponerles palo para que sea más divertido comerlos. Un besito

    ResponderEliminar
  9. Bea, me troncho ;)
    Uf, lo del huevo en el cola cao tiene tela...con el asco que me da el huevo crudo...
    Mi madre también lo intentó, pero con menos éxito que la tuya. Claro que en mi caso, me daba coliflor chafada y me decía que era patata cocida, lo tenía muy crudo. Ya el olor la delataba. Creo que no hubo más de dos o tres intentos, no he vuelto a comerla. Y mira que ha llovido ;)
    Un besazo guapa!

    ResponderEliminar
  10. ¡Que me encanta la receta!
    Recordando la niñez, se me ha ido el santo al cielo!!!

    ResponderEliminar
  11. Que curioso y que divertido es comerse así son hojaldres :) Me ha encantado la idea!!!!

    ResponderEliminar
  12. Jolin, me meo de la risa porque mi madre tambien me hacia cosas raras con la comida (yo era lo peor que había encima de la tierra comiendo) y yo sospechaba de que alguna triquiñuela me montaba pero nunca pude llegar a pillarla con las manos en la masa, jajajajajaja Ahora que me lo has recordado creo que es hora de preguntarselo, jajajaajaj, ya puedo enfrentarme a la verdad :P Y ves, yo por el contrario no puedo ocultarselo a mis hijos, y si lo intento me pillan, jajajajaaj
    Y a mi con nombre raro o no me comeria un par de coulommiers, ya solo verlos me gustan jajajaja
    besotes guapisima

    ResponderEliminar
  13. Jajajajaja, me he reído mucho con los trucos de tu madre. Muy buenos!!!! Me los apunto por si algún día lo necesito. A mí eso no me hacía falta, porque yo, de pequeña, si mi madre se descuidaba, me comía hasta el vaso.
    La receta me encanta y la idea del palito, mucho!!!!
    Un beso, compi de chuches!!!

    ResponderEliminar
  14. Yo a veces también he cometido algún engaño, lo confieso. Pero hay engaños que son buenos, como el tuyo de hoy. Te han quedado unos hojaldres buenísimos con las moras silvestres y los "quesitos" jajajaja.
    Un beso

    ResponderEliminar
  15. Beatriz, tengo justamente un coulommiers en casa, así que tu receta cae este finde.
    Ya te contaré compi
    Besitos

    ResponderEliminar
  16. jajajaja pues ciertamente yo también les hablo de ingredientes secretos... si no, no prueban nada!! ;-)

    ResponderEliminar
  17. Beatriz que pinta de 'piruletas' o como quiera que les llames, seguro que son super jugosas, y no conocía este reto. Me ha encantado la historieta, qué gracioso, lo que son las madres. A mi me lo hacía al revés, durante una época cuando rondaba los 8-10 tenía la manía de comerme 6 peras (sí, 6 peras, y de las grandes) antes de irme a dormir, que ella pelaba y cortaba para mi, pero lo que solía hacer era poner 3 cortadas muy pequeñitas para no atiborrarme. Yo siempre me daba cuenta de que ahí faltaba bulto y ella como la tuya 'qué no mireia, que hay 6!' Qué risa! ajajajaj
    Un beso;)

    ResponderEliminar
  18. Tu madre no es que tuviera escuela, es que era licenciada en nutrición, jejeje

    Me ha encantado la receta y la historia.

    ResponderEliminar
  19. uuuuyyyy pesco a mi madre echándole un huevo al colacao y le monto un pollo!!! jajajaajajaja
    Me han encantado tus desvelos de madre, mi hija está en la fase: NO, NO, NO.... con lo bonita que era la fase "no sé hablar y como de todo!!!""" jajajaajajaja
    Me han encantado esos hojaldres rellenos... riquísimos
    besos

    ResponderEliminar
  20. Bueno yo con mis hijos no hablo de tipos de queso, solo les digo que lleva queso y chispún que me veo venir que si el azul sabe a pies y cosas poe el estilo, jejjeje
    Bueno que me encanta tu aportación que ese queso es de mis preferidos y con esa mezcla tiene que estar de impresión
    Un beso guapa

    ResponderEliminar

Dime qué te ha parecido o pregúntame lo que quieras

Post nuevo Post antiguo Home
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Blogging tips