04 octubre 2013

Chili con carne {a mi manera}

Me encanta el picante, y me encantan las chuches, así que cuando una amiga mexicana al volver a Madrid tras unas vacaciones en su casa me trajo chuches típicas de México supe que mi alma de niña nunca ha sido de princesa disney sino de Chavo del Ocho. Yo tendría que haber sido niña en Oaxaca y no sólo por la plata. No hay maridaje más sublime que el de los Miguelitos, unos sobrecillos con un polvito que se asemeja al inocente pica-pica que tomamos aquí, pero que es en realidad auténtico chile piquín con azúcar. Chile! Con azúcar! Mag-ni-fi-que!
Te lo echas en la mano y le pasas el lengüetazo y prepárate para llorar. Y para tener la palma de la mano como si hubieras cogido un ramo de ortigas. Pero lo que me gusta... No hay nada igual.
Para maridajes míticos de la cocina mexicana las célebres Codornices con pétalos de rosa de Como agua para chocolate. Me habría encantado que mi primera receta mexicana del blog fuera un capítulo de la novela de Laura Esquivel. Habría sido glorioso ser capaz de hacer una receta de Champandongo, por no hablar de la Masa para hacer fósforos (aunque esta última no habría sabido si etiquetarla como receta o como DIY). Me hago el propósito de explorar alguna de estas recetas y traérosla algún día.
El caso es que mi platillo es mucho menos mágico que los de la novela, y mucho menos 100% México que los Miguelitos, porque la mayoría de la cocina mexicana que ha llegado hasta nosotros está muy influida por el Tex-Mex. Ojo, que me encanta el Tex-Mex, pero no es cocina mexicana, es cocina fusión de la más primitiva que existe. O es que os pensabais que los híbridos de sushi con huevo frito han sido la vanguardia de la unión de gastronomías locales? Nada de eso, el Tex-Mex es cocina fusión desde el siglo XVI. Así que un respeto para este chili con carne con señorío.
Bueno, me dejo de rollos y os cuento que mi chili con carne de hoy lo he adaptado de una receta que me llamaba al son de Los Panchos desde que la vi en Con las Zarpas en la Masa. La presentación dentro de la calabaza me pareció tan divertida que la he fusilado sin piedad. He preparado también otra versión con queso que es todavía más Tex que Mex, pero que es muy muy sabrosa.
Es un plato muy agradecido porque es contundente pero se puede servir en ración pequeña para compartir. Queda muy bien si lo recalientas con lo que se puede preparar con antelación y calentar para servir en una comida con invitados como entrante.
Os dejo con la receta y por favor que no se me enfade ningún purista que ya os digo que ésto, es cocina fusión.
Ingredientes
  • 1 cebolla
  • 1 diente de ajo
  • 2 zanahorias
  • 1 pimiento rojo
  • 1 guindilla cayena
  • 2 guindillas verdes en vinagre (a falta de chiles)
  • la puntita de una cucharadita de café de canela
  • una lata de frijoles negros ya cocidos
  • una lata de tomate natural troceado
  • 300 grs de carne picada
  • un chorrito de salsa picante
  • 100 grs de agua
  • media calabaza pequeña
  • queso rallado
  • sal y pimienta recién molida

Preparación
  1. Picamos finamente la cebolla, la zanahoria, el ajo y el pimiento y lo rehogamos en una sartén grande.
  2. Añadimos la cayena desmenuzada (cuidado con las manos, no llevárselas a los ojos o la nariz después!), las guindillas verdes cortadas en aritos y salpimentamos.
  3. Cuando se haya sofrito todo bien añadimos la carne y volvemos a salpimentar. La guisamos bien con las verduras hasta que quede bien suelta.
  4. Añadimos el tomate, los frijoles, la salsa picante, la canela y el agua. En esta especie de caldo dejamos que se guise todo bien hasta que vaya concentrándose el tomate, y los frijoles y la carne vayan cogiendo los sabores. Unos 40-50 minutos a fuego medio (si veis que el chup-chup es demasiado fuerte bajáis el fuego).
  5. Vaciamos la mitad de una calabaza. Basta con sacar las pepitas porque la carne está muy dura y vaciarla sin romper el exterior no es nada fácil si además la calabaza es pequeña. 
  6. Rellenar con el guiso.
  7. Para la versión con queso ponemos el chili con carne en un recipiente apto para microondas y lo cubrimos con el queso. Con el calor del guiso ya se derrite el queso pero si lo queréis aún más fundido, con unos segundos de microondas lo tenéis listo.
 Cosas a tener en cuenta:
- si puedes conseguir chiles será mucho más auténtico. A falta de ellos, las guindillas en vinagre y las cayenas lo dejaron bastante picante.
- Yo he puesto frijoles negros pero los rojos también sirven. Por supuesto si los quieres comprar secos también se puede. Sólo tendrás que ponerlos en remojo la noche anterior y cocerlos para añadirlos en el paso 4 de la receta ya cocidos.
Lo que habría dado por una infancia de Miguelitos para ser capaz de hacer esto de mayor

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3 comentarios:

  1. Ostras yo no conocía esos Miguelitos, voy a tomar buena nota que me encantaría probarlos!
    Y la receta, no me preocupa si es Tex-Mex, porqué te ha quedado de auténtico lujo, y la presentación en calabaza me parece muy original!
    Por cierto, esperaré pacientemente a que nos sorprendas con una receta Champandongo!

    Besos, y feliz finde!

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  2. Esta receta se la tengo que enseñar a mi hermano, le encanta el picante y opina igual que tu, que mucha de la comida que se trae de fuera, a parte de a cuenta gotas, no viene como realmente se hace allí...
    Me ha encantado tu blog y llegue aqui por el asalta blogs y por aqui me quedo :P Ando conociendo a los compañeros de robo jejeje
    Besos
    www.fabricadeantojos.com

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  3. Siempre se aprenden cosas nuevas :P Una receta de lujo :D

    Bss
    Con Especias

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