Torta de clementinas

Ya sabéis que yo soy muy fan de Australia. No he estado  más que una vez pero ya me fascinaba de antes y lo sigue haciendo. Hasta ahora, menos el genocidio al que sometieron a los aborígenes, me gusta todo de esta tierra. Hasta Kylie Minogue. Porque vamos a ver, ¿es que es tan difícil dar a la humanidad una diva del pop que sea maja? No es que me guste su música pero el panorama sin ella en el olimpo del pop femenino es desolador: entre Britney que está pirada, Madonna que es vigoréxica, pone cara de perdonavidas y está pirada, Lady Gaga-mehagountrajecontrozosdecarnecruda (yo diría que pirada también), Rihanna que golpea a sus fans con el micrófono y de la que se rumorea que también está pirada... Os digo ya que mis hijas saldrán de marcha cuando Locomotion vuelva a ser nº1. Hasta entonces, convento.

Y es que Australia debería pagar a Kylie por ser una embajadora de buen rollo para el resto del mundo. No es que los australianos necesiten que cambiemos su imagen de ellos, porque me apuesto a que no hay nadie que al pensar en Australia no se imagine una playa con un macizo de greñas rubias por el sol con una tabla de surf, un koala masticando lentamente un trozo de eucalipto o un canguro sonriendo desde una señal de tráfico, pero siempre es de agradecer que si alguien difunde por el mundo su orgullo patrio, ese alguien no sea Miley sino Kylie. Es más, entre prohibir la tenencia de armas de  fuego, instaurar un sistema de seguridad social y quitar la nacionalidad a Miley Cyrus yo, si fuera Obama, ya tendría las tres cosas más útiles para EEUU que hacer en mi mandato. 
Pero volvamos a Australia. Allí es muy popular esta tarta. He leído bastantes recetas y casi todas son de libros de cocina australianos. No quería dejar pasar más tiempo sin enseñárosla porque está hecha con clementinas que están de plena temporada así que no hay razón para no ponerse con ella. Os adelanto que tiene una textura sorprendente. Es jugosísima y se mantiene sin secarse nada durante varios días. Es más, yo creo que va estando más rica cada día que pasa porque los sabores se matizan mucho. Yo la preparé el pasado lunes y el jueves me comí el último trocito y no había perdido nada de la jugosidad.
Tiene una técnica de preparación que consiste en quitar el amargor a la fruta con una cocción larga. Esto es interesante porque hay muchas recetas que he visto con cítricos que a simple vista parecen muy fáciles y resultonas porque emplean la fruta entera, sin pelar siquiera, pero el resultado nunca me ha convencido. El amargor de la piel se nota demasiado y en mi opinión habría que añadir demasiada cantidad de azúcar para contrarrestarlo. Así que esto me parece una buena opción. Aunque claro, hay que tener en cuenta que dos horitas de cocina en marcha seguramente no cuestan lo mismo en Australia que en el ámbito de influencia del ministro Soria.
Otra cosa que me gusta es que no lleva grasas añadidas, ni harina, ni lácteos, por lo que es apta para celíacos, intolerantes a lactosa y alérgicos a proteína de leche de vaca. Las grasas que lleva son las de la almendra que son muy saludables.
En las Cosas a tener en cuenta  que os pongo después de la receta os cuento más cosas sobre cómo conservarla y sobre la preparación.

Ingredientes

• 225 grs de clementinas (pesadas enteras, con la piel y todo). No es necesario que sea exacto, lo mío fueron 3 clementinas que pesaban 240 grs.
• 125 grs de azúcar
• 125 grs de almendra molida
• 3 huevos
• ½ cucharadita de levadura química (Royal)
• ½ cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
• una puntita de cucharadita de sal
• cacao en polvo y almendra laminada para decorar (opcional)

Preparación

1. Pon las clementinas en un cazo con agua fría, lleva a ebullición y baja el fuego hasta un hervor suavecito. Deja cocer durante unas dos horas. Esto lo hacemos para eliminar un poco el amargor de las pieles, así luego podemos echar las clementinas enteritas a la receta. Dejar enfriar hasta la temperatura ambiente.
2. Precalienta el horno a 180º y prepara un molde desmoldable forrando la base con papel sulfurizado y engrasando el aro. 
3. Mezcla en un bol la almendra molida, el azúcar, la levadura y la sal y remueve para que esté bien distribuido todo. 
4. Corta las clementinas en tres o cuatro trozos. Hazlo encima de un platito para no perder nada del jugo. Echa todo en un robot de cocina, yo lo he hecho en la thermomix.
5. Añade los 3 huevos y la vainilla si decides ponerla y bate todo a velocidad media-alta hasta que las clementinas estén bien trituradas y mezcladas con el huevo. Tiene que quedar una mezcla esponjosa con trocitos pequeños de pielecita de clementina. Si no tienes un robot de cocina tritura las clementinas con la batidora de mano hasta que estén bien finas y luego échalas en un bol con los huevos y la vainilla y bátelo todo junto con las varillas hasta que los huevos hagan que la mezcla esté espumosita.
6. Junta la mezcla de almendra y azúcar con la de clementinas y huevos e incorpóralas bien con una espátula hasta que estén integradas.
7. Vierte en el molde y hornea hasta que esté firme. Yo lo tuve exactamente 50 min. Si ves que se tuesta demasiado (la almendra en seguida hace que la tarta coja color) tápalo con un papel de aluminio siempre teniendo la precaución de no abrir el horno antes de que hayan pasado al menos 20 min.
8. Deja enfriar totalmente dentro del molde poniendo éste sobre una rejilla.
9. Espolvorea con cacao y almendras, con azúcar glas, o déjalo tal cual, sin nada.

Cosas a tener en cuenta:
- Como comentábamos más arriba, lo de cocer las clementinas durante un par de horas esperemos que cada año que pase no sea más caro, porque al paso que vamos...
- No lo he probado, pero creo que con naranjas puede quedar también muy bien. Y entre clementinas y mandarinas no debería haber grandes diferencias. Es cierto que las clementinas son en principio más dulces y no tienen pepitas, pero si usas mandarinas, con tener la precaución de quitar las pepitas cuando las trocees antes de triturarlas (paso 4) ya está.
- El paso de cocer las clementinas se puede hacer sin problemas el día antes. Se dejan enfriar y se guardan en la nevera tapadas con papel film hasta el día siguiente.
- He dividido a la mitad todos los ingredientes de la receta original para hacer la tarta que veis en un moldecito de 15 cm de diámetro. La receta original ya os digo que era el doble de todo en un molde de 20 cm y quedaba casi igual de gruesa.
- La he visto servida con nata en muchas recetas que he leído. Y con helado.
- Yo la he conservado en la nevera tapada y la he sacado un poquito antes de comerla cada vez que he querido un trocito. Pero a temperatura ambiente, tapada para que no se seque, aguanta igual de bien.
- Si queréis ver otra maravilla con mandarinas tengo esta Tarta de mandarinas y chocolate que os va a encantar

Y pensar que el primer disco de vinilo que me compré en mi vida con mis primeros ahorros fue True Blue... parecía que nunca podría acabar en esto. Pero alguien las crió y ellas se juntaron.

Kylie sálvanos de la ordinariez pop