
A veces tengo curiosidad por saber cómo copian en los exámenes los chavales de hoy en día. El mundo del
smartphone tiene que dar para chuletas 2.0 de lo más inverosímil. En mi época yo croe que lo más sofisticado era el boli
bic. Aún así yo, que también he copiado si me ha hecho falta y la ocasión se ha presentado propicia, me limitaba siempre a echar un vistacillo por encima del hombro del que se sentaba delante, o preguntaba/respondía en susurros, lo que se conocía como
soplar . Ambos métodos contaban con la ventaja de que podían disimularse e incluso llegar a negarse (¿
yo? ¡pero si yo no estaba hablando! --> es que me tiene manía ). En cambio, si te pillaban con una chuleta o con el libro abierto encima del regazo, no había quien te salvara, ni del suspenso, ni del collejón de mi padre.